La sangre hierve (El rojo corazón del escorpión)

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¿Y adonde me lleva todo esto? ¿A Comala?

(Ahora mismo me siento como un lazo vibrando en un spacetime de once dimensiones y me pregunto ¿en cual de ellas me encuentro?) Como bien diría M.A. Bunge: “La consistencia, la sofisticación y la belleza nunca son suficientes en la investigación científica”… ¿Falsacionismo?; pero… ¿es esto científico?

El caso es que me he levantado con un cuerpo raro, como si no estuviera hecho del mismo material que tú, lo que me aleja del sentimiento humano; mis postulados y proposiciones difieren en algún asunto básico de los que tú tienes establecidos.

Lo sé, lo sé, no hay lógica ni cohesión en lo que escribo, tengo un grado de divergencia demasiado alto para entender las similitudes lingüísticas; no hay coherencia, no hay conexión entre nuestros cerebros… ¿Conseguiré en algún momento que nos entendamos?

(No podemos cambiar el pasado —ya sabes— pero acaso podamos aprender algo de él.)

Hades Gaudó

Nota a pie de página: Como quiera que este espacio es reducido, tengo que restringir los ruegos habituales para que desde Europa se tomen medidas efectivas para ayudar a los refugiados. No solamente a los ucranianos, sino también a los africanos, subsaharianos o magrebíes, o a los afganos o sirios (ya olvidados), a todos lo que sufren. A pesar de los graves problemas que ahora tenemos “a las puertas de casa”, por la maldita guerra de Ucrania, o “en casa propia”, por causa del Covid-19 y su nueva variante Ómicron, el “coronavirus” dichoso, en Europa y en España no cejamos en el empeño: seguimos cerrando fronteras; continuamos levantando barreras, unas de espino y otras de papel, algunas —mucho peor— de acero invisible, barricadas custodiadas por cíclopes y dragones (malditas leyes e ideologías). Cientos, miles de muros y vallas siguen elevándose hacia los cielos en todo el mundo…. Cientos de miles, millones de personas, continúan sin poder ejercer uno de los derechos elementales del ser humano. Lejos de resolverse, la situación se agrava cada día más ¿Quién ha dicho que tenemos derecho a levantar vallas y a cerrar fronteras? ¿a quienes queremos engañar?

Y no queremos terminar sin volver a recordar un asunto puntual importantísimo para ayudar en España como es el de solucionar de una vez por todas la insoportable la situación española en el asunto de los  desahucios: cientos, miles de familias quedan en la calle porque la legislación española no soluciona la gran estafa que la Banca ha propiciado en las últimas décadas; auténtico pillaje que está dinamitando la cohesión social. A pesar de la grave situación actual, tampoco eso cambia y sigue su curso exactamente igual que hace unos meses. La Banca es implacable…

Y todo eso hay que hacerlo dejando aparte cualquier tipo de consideración ética y/o moral dejando de lado las ideologías, las creencias religiosas y las consideraciones económicas…, eso hay que hacerlo  simplemente PORQUE ES LO CORRECTO.

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