No tienen desperdicio. Son puro fascistas. Ni más ni menos. Y como tales se aprovechan de las bondades de la democracia para tratar de eliminarla. Su espíritu totalitario y seudo-patriótico les lleva a aborrecer todo lo que no sea un totalitarismo nacional-socialista.
Carcas, decimonónicos, seudo-españoles, racistas, machistas, centralistas y muchas otras cosas contrarias a esta democracia que les permite actuar, eso sí, con ayuda de su partido-madre: el PP, y de su aliado minúsculo: Ciudadanos.
Hoy Vox se ha convertido en el tercer partido de este país. ¡Casi nada! Además, gracias a su ayuda, PP y Ciudadanos gobiernan en dos de las más importantes CC.AA., como son Andalucía y Madrid y varios ayuntamientos. El PP lo hace a cara descubierta y Ciudadanos poniéndose de perfil. Los voxeros son, en gran parte, antiguos militantes del PP, al que hoy llaman ‘derechita cobarde’. Y qué decir de C’s, cuyos votantes se han pasado en masa al partido fascista.
Eso sí, tanto para Casado como para Arrimadas, Vox forma parte de lo que llaman partidos constitucionalistas. ¡La cosa tiene narices! Vox constitucional, mientras que Podemos no lo es y el PSOE sólo si aplica el 155. ¿Desde cuando el fascismo es constitucional?
Se ve que no cumplir con los derechos básicos de la Constitución, como el principio de igualdad económico o de sexos, o la aconfesionalidad del Estado, o el derecho a una vivienda y un trabajo dignos, no son importantes. Sin embargo, estos partidos de la derecha casposa, creen que no aplicar el 155 a Cataluña o dialogar con los que piensan distinto, o tratar de que un pueblo pueda votar, dentro de la ley, para decidir su futuro, te deja fuera de la Constitución. ¡Son así!
Y claro, lo que ocurre es que la gente prefiere el original antes que las imitaciones. De ahí el éxito de Vox. Un partido que es xenófobo, anti-feminista, anti-autonomías, anti-memoria histórica y que ha dejado a Ciudadanos en bragas e impide que el PP llegue a los cien diputados. Este es ‘el éxito’ de la derecha española y una desgracia nacional de envergadura.
Para Vox: España es Una, Grande y Libre, al estilo de los Reyes Católicos. Las autonomías son un gasto y segregan España, el apoyo a las mujeres un feminismo perverso contra los pobres hombres, la Memoria Histórica una provocación a los vencedores de la Guerra Civil –se ve que las que torturaron y violaron, según estos canallas, fueron ‘Las Trece Rosas’–. La bajada de impuestos a los que más ganan, algo natural; los inmigrantes nos roban y nos agreden (salvo los jeques, los jugadores de fútbol y los grandes directivos de las multinacionales) y si son árabes peor, que nos tuvieron bajo su yugo 800 años, ¡que se jodan ahora! Los menas delinquen y son escoria. El cambio climático es algo que se ha inventado la izquierda para tener iniciativa política. El aborto un crimen.
Pues sí, el párrafo anterior es una parte –hay más, basta leer el ideario de Vox– de lo que predican estos fascistas. Un programa contra los derechos humanos y contra nuestra Constitución. Y todo ello con el aval del PP y C’s. Eso sí, a cambio de influir (y mucho) en el gobierno de diversas autonomías y ayuntamientos.
En fin, lo de Vox es grave, pero permítanme recordar un clásico refrán español: Dime con quién andas y te diré quién eres. Aunque parece que a C’s y al PP les trae sin cuidado, siempre que obtengan poder, lo que demuestra su corresponsabilidad en el ideario falangista de éste partido.
Salud y República