La protagonista Ava reúne la triple vulnerabilidad de ser mujer, con discapacidad intelectual y menor de edad.
La directora Mabel Lozano destapa públicamente con su documental ‘AVA’ uno de los rostros desconocidos hasta el momento del proxenetismo. “Siempre ha existido la explotación sexual de mujeres y niñas con discapacidad, pero nunca se había hablado de ello y de lo que no se habla no existe”, afirma con contundencia la realizadora.
Este cortometraje pone el foco en Ava, una niña con discapacidad intelectual explotada sexualmente en España. “La captación de estas mujeres y niñas no se hace como se podría pensar en el extranjero, sino aquí en nuestro país. De hecho, la adolescente fue interceptada a través de algo tan sencillo como un anuncio en internet que ofrecía trabajo en Palencia”, explica la directora en una entrevista a Servimedia. Según Lozano, España es “el tercer país del mundo en consumo de prostitución y el primero de tránsito y destino”.
“Las redes sociales tienen algo muy peligroso y es que a estas mujeres con discapacidad intelectual las iguala al resto”, señala la directora. En un chat de Facebook o a través de la mensajería privada de Instagram, la discapacidad se desvanece, pero lo que resulta aterrador es que al otro lado de las redes se encuentran los depredadores sexuales. Y como asevera Mabel Lozano: “En internet hasta los malos parecen buenos”.
Esto fue lo que sucedió a Ava, una adolescente de origen colombiano adoptada por María, que rescató a la pequeña de un pasado de abusos y violencia física en su país de origen. Nunca imaginó que años más tarde su hija atravesaría un infierno aún más duro. “Ava fue interceptada cuando iba al instituto y acabó subida en un autobús en dirección a Palencia, donde fue explotada sexualmente por 20 hombres cada día en un piso junto a otras españolas, entre ellas, alguna menor de edad”, explica Lozano.
CAPTAR A LAS MÁS VULNERABLES
“¿Por qué se capta a una mujer con discapacidad intelectual? Porque no tiene signos externos, porque aparentemente es una persona normalizada”. Esta es una de las cuestiones que se plantean al inicio del documental.
Lozano lo ratifica y subraya que existe una demanda de mujeres y niñas con discapacidad porque “son las más vulnerables, las que no tienen recursos para salir corriendo y denunciar al proxeneta, entre otras cosas, porque no son conscientes debido a su discapacidad de que son víctimas de explotación sexual”, denuncia la directora.
“Yo había abordado el tema de la trata desde muchos aspectos, pero ‘esto’ jamás lo había imaginado. “Cuando hablamos de explotación sexual de niñas con discapacidad intelectual no hablamos de buscar el disfrute, sino de tener el poder”, afirma rotunda.
Gran parte del cortometraje se cuenta a través de la voz débil, otras veces quebrada de María, la madre Ava. “Todos los días unos 20 hombres acudían a mantener sexo con las niñas. Estuvo explotada desde el primer minuto. No había esperas y no había treguas”, relata en el documental la madre adoptiva de la adolescente. “Claro que sabían que era menor. No sé cómo pudo resistir”, se pregunta.
Mabel se echa las manos a la cabeza. “Aún hoy se me ponen los de punta al escuchar el momento en que rescata a su hija en aquel lugar oscuro y sucio”. “Cuando la encontré tenía un olor que nunca he visto ni a los animales abandonados en la peor cuadra que te puedas imaginar”, describe María en el cortometraje.
Mabel Lozano, con un compañero del equipo de rodaje de ‘AVA’ | Foto cedida por Prisma Ideas
VÍCTIMAS INVISIBLES
“La trata de mujeres y niñas con discapacidad con fines de explotación sexual en España está “extendida y dispersa”, pero tiene una dimensión invisible que obstaculiza la cuantificación, la denuncia y su correspondiente atención y eliminación según se recoge en un estudio elaborado por el Observatorio Estatal de la Discapacidad (OED). De hecho, estas mujeres son víctimas invisibles hasta en las cifras.
Según los datos de un informe de la Organización Internacional del Trabajo y de la Organización Mundial de las Migraciones, de los más de seis millones de supervivientes de trata sexual en 2021, 4,9 millones son mujeres de las que no se especifica cuántas tienen una discapacidad. Esta imperceptibilidad de las víctimas queda reflejada en el destino que les aguarda a madre e hija tras denunciar a las mafias de explotación sexual. “Cuando tú eres secuestrada y explotada por un proxeneta y denuncias, luego vives con miedo porque esta gente acaba saliendo en libertad tras pasar muy poco tiempo en la cárcel. No todas las caras del proxenetismo están condenadas”. Se refiere Lozano al actual parón legislativo que permite que la tercería locativa, una figura jurídica que alude al lucro de quien proporciona un lugar en el que la persona prostituida realiza su actividad sexual, no esté penada.
“Al final son ellas las que hoy viven escondidas. Ahora residen fuera de Madrid, en primer lugar, por miedo al proxeneta y también para proteger a la propia Ava. Después de lo que ocurrió la adolescente tuvo hasta trastornos autolíticos”, relata la cineasta.
Algunas de las conclusiones del informe del OED de julio de 2022 apuntan hacia “un mayor grado de vulnerabilidad ante la explotación sexual de las mujeres y niñas con discapacidad, especialmente las que tienen una discapacidad intelectual”. Precisamente el caso de Ava reúne una triple vulnerabilidad por ser mujer, con discapacidad intelectual y además ser menor de edad.
Otro aspecto relevante de este estudio es el que señala que “esta explotación adopta a menudo formas menos evidentes, por ejemplo, en el entorno familiar o por un ‘pseudonovio’ y se acompaña de engaño, timo y/o fraude”. La segunda de las historias que Lozano muestra en su película documental encaja ‘casi a medida’ en este supuesto.
Sofía es una menor nigeriana con discapacidad intelectual no diagnosticada. Su madre la vendió a un proxeneta español que la trajo a España y la prostituía en el piso que compartía con madre e hija. La adolescente había desarrollado ‘sentimientos’ hacia ese hombre y por ello accedía a acostarse cada día con más de 20 amigos del que ella consideraba su novio.
DISCAPACIDAD DERIVADA DE LA TRATA
La directora advierte de que estas mujeres y niñas presentan a menudo una discapacidad previa a la situación de esclavitud sexual porque “proceden de entornos muy violentos desde edades tempranas”. En AVA se muestran las discapacidades adquiridas como consecuencia de la trata sexual. “Hablamos de una explotación brutal, violenta, deshumanizante que siempre aparece vinculada al coctel alcohol y drogas que hace que en muchas ocasiones estas mujeres se enganchen a ese mundo. Y luego vemos a mujeres que salen de ese entorno con cuadros de trastornos de identidad, esquizofrenia, con enfermedades mentales que las van a discapacitar para llevar una vida normal y acceder al mercado laboral».
Mabel Lozano, cuyo trabajo como cineasta se ha centrado en la explotación sexual que sufren las mujeres a través de la prostitución y la trata, se ha comprometido a donar el dinero que genere este documental al proyecto ‘Mujeres en modo ON-VG’. La Fundación ONCE, principal patrocinador del cortometraje, a través de su entidad Inserta Empleo, puso en marcha en 2020 esta iniciativa con el fin de ayudar a las mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género. Desde entonces, ha atendido a más de 2.000 mujeres y ha conseguido más de 600 inserciones laborales para ellas. Además, Fundación ONCE ha colaborado para que el documental sea accesible al contar con subtitulado e interpretación en lengua de signos española, así como audiodescripción.
“Estoy contenta porque el corto está teniendo muy buena acogida en los festivales hasta hemos sido preseleccionados para los Goya 2024”, relata con orgullo su directora. Lo cierto es que la historia de estas niñas con discapacidad explotadas sexualmente ha transitado por 27 certámenes de medio mundo, atesora siete premios y el efecto AVA no ha hecho más que empezar.
Quizá este éxito pueda confundir al futuro espectador y le lleve a pensar que este es un documental que ‘se deja ver amablemente’. Nada más lejos de la realidad. ‘AVA’ es un espejo en el que mirarnos, una invitación casi obligada a la reflexión. “¿Qué tipo de sociedad somos?”, se pregunta su directora. “Tenemos que ‘hacérnoslo mirar’. Porque son nuestros hombres los que salen ahí a buscar a niñas con discapacidad intelectual para explotarlas sexualmente un día tras otro”, afirma Lozano casi emitiendo un SOS.
‘AVA’ es un cortometraje incómodo porque dirige la mirada hacia una parte del ser humano que existe, que probablemente siempre ha existido. El último trabajo de Mabel Lozano permite destapar la realidad de las víctimas de trata sexual con discapacidad intelectual.