Sobre esto expusieron sus planteamientos, los tres jóvenes líderes de los principales partidos de izquierdas de esta ciudad, invitados a una charla-debate por el Ateneo Republicano de Rivas.
“Es la juventud quienes se enfrentan, como decía un cartel que exhibía en la Puerta del Sol el 15M, ‘a no tener casa, no tener curro, no tener pensión y no tener miedo’. Tendrán que ser los jóvenes quienes se deberán empeñar en superar esta situación y una posibilidad es un cambio de modelo en toda la estructura político social y productiva, ese modelo podría ser ‘la nueva república”.
Además de hacer una síntesis de las principales ideas que nos transmitieron, uno de ellos Sergio Colorado, responsable del área joven de Podemos en Rivas, se ha ofrecido a contarnos un poco más extensamente sus planteamientos.
Nos cuenta Sergio:
Tenemos que tener claro que estos medios son muy poderosos y detrás de ellos, están los poderes económicos. Seis grandes grupos mediáticos a nivel mundial, son propietarios de 70% de las principales editoras de estos medios, tanto los digitales como escritos o audiovisuales. En España el 97% de los contratos por publicidad y el 80% de audiencia lo soportan 6 grupos como Mediaset, Godo, Prisa….
Pero lo interesante es conocer quienes está detrás: Los bancos, que tienen invertidos 636 millones de euros en estos grupos, controlando más del 50% de las acciones.
Esto no es algo nuevo, el golpe de estado del general Franco fue financiado por banqueros y la burguesía adinerada. Ya en el golpe de Martínez Campos y en la constitución de Cánovas después de la 1ª República se marcan dos grandes bloques.
- La fijada por la constitución: Monárquicos, bipartidistas, católicos, rey como jefe de fuerzas armadas y capitalistas.
- A la que nace contraponiéndose la opción República, democrática, multipartidista, pacifistas, laicos…
Este hecho deja al rey y a la monarquía por encima de la democracia y los medios de comunicación son claros cómplices, silenciado siempre las fechorías del rey (emérito hoy).
Quien crea que Juan Carlos I es un librepensador es ingenuo. Es constante la presión que los medios de propaganda ejercen desde el poder. Para entenderlo es como si los zépelings de la casa de papel en vez de billetes, arrojan propaganda antirrepublicana, contra nuestras ideas, contra nuestros líderes y referentes. Ya es un problema que en los momentos más duros no tengamos mensajes que opinen como uno.
Antes, los periódicos clandestinos o sindicales hacían la lucha de la comunicación (contrarrestaban las noticias manipuladas o falsas), ahora con la televisión, mucho más sofisticada y de difícil acceso se complica esta tarea. Y si pensamos en Internet y las redes sociales, no son una excepción, aunque no nos lo parezca, al final están controladas por empresas capitalistas que buscan mayor rendimiento.
Ante esto la solución es la cultura y una nueva identidad republicana. Una identidad no derrotista, ni victimista, ni nostalgia. Tenemos que empezar a hablar de nueva República y no tercera República. Nuevas canciones, iconos, símbolos, referentes…, y planteamientos acordes con los tiempos que estamos viviendo.
Se está generando una batalla lingüista y de conceptos, también de lo cultural. Un ejemplo concreto es el término ‘libertad’ acaparado por Isabel Ayuso, junto con la bandera y el sentimiento ‘patrio’, y por otro, la definición republicana de Robespierre: ser todos iguales y con los mismos derechos.
La República se tiene que construir desde la juventud y desde la cultura sin dejar a nadie atrás, basándonos en tres aspectos: la clase (sentido de pertenencia a la clase trabajadora), el género (que define a cada persona según sus identidades) y la raza (entendida como mestizaje entre todas las culturas, origen y color).
Y no es bastante con esto, el posible cambio tiene que estar apoyado con lo que podríamos denominar ‘la vía rápida de cambio’, concretado en una democratización de la economía sin banqueros ni burgueses que decidan el futuro, con inversión en muchos más aspectos que este llamado ‘el estado del bienestar’, también en la justicia social, la banca pública, sanidad pública, pensiones y sobre todo educación libre, igualitaria y laica, para todas. Es la educación lo que nos hará triunfar. Sentido de clase (trabajadora), intelectualidad crítica y sentimientos (humanidad). Durante la 2ª República se creó la Institución Libre de Enseñanza, también lo que se llamó ‘las misiones pedagógicas’ en zonas rurales, justamente para esto, para que la educación y la cultura llegara a todos.
Un ejemplo concreto es ‘el movimiento de los chalecos amarillos en Francia’. La fuerza de los chalecos amarillos se la dio el sentimiento y la capacidad de movilización colectiva como ‘clase trabajadora’. Mientras que los medios que les tachan de delincuentes, uno de sus principales apoyos estaba en las universidades.
La educación es el pilar fundamental en el pensamiento crítico. De hecho, todos los partidos, una vez llegan al poder lo primero que cambian es la Ley de Educación para adaptarla acorde a su ideología.
Cuando la sociedad está en crisis, son los jóvenes los que más la sufren.
Desde los gobiernos nos dicen que ‘se están desarrollando políticas de juventud’, pero en caso de que sea cierto, esas políticas se plantean sin que estemos los jóvenes. Queremos ser partícipes de la vida social y política. No queremos que sean otros los que deciden sobre las cosas que nos afectan. La democracia y la república se construyen de abajo a riba.
La Nueva República llegará y tenemos que estar preparadas.