OPINIÓN

Donde más duele

Rivas, una ciudad construida desde la memoria y con un horizonte de futuro

Desde la finca El Porcal, pasando por la batalla del Jarama, hasta cada uno de los pasos que hemos dado los y las ripenses, la historia de nuestra ciudad está plagada de momentos que han sido fundamentales en la construcción de lo que somos hoy en día.

La primera Rivas nació en El Porcal, una de las fincas agrícolas que llegó a ser centro neurálgico de la actividad del Sureste durante décadas. Sirvió de ayuntamiento itinerante para el municipio y allí estuvo la primera escuela donde Mercedes Vera enseñaba a los estudiantes que daría paso al grupo escolar del pueblo hasta los años 80 en los que inició camino el primer cole: La Escuela.

Nuestra ciudad fue un lugar clave en la resistencia antifascista en aquel febrero de 1937, siendo la batalla del Jarama uno de los sucesos más trascendentales no solo de la historia reciente de Rivas, sino también de España. Fue el escenario de la solidaridad internacional, donde jóvenes brigadistas de todo el mundo llegaron a nuestras tierras para dar su vida en defensa de la libertad y la democracia en nuestro país. Hoy, su memoria sigue viva en el corazón de esta ciudad, a través de la recuperación de los vestigios de uno de los episodios más cruentos de la guerra civil española, formando parte de nuestro patrimonio arqueológico, cultural y social.

Nuestra memoria se ha ido forjando a través de acontecimientos y de hombres y mujeres que han dejado su huella en la ciudad. Si echamos la vista atrás, 45 años atrás, Rivas comenzaba su camino hacia la democracia, en aquel abril de 1979, que nos desbloquea el recuerdo de aquellas primeras elecciones municipales. Un momento en el que se ponía fin a años de represión y oscuridad para dar paso a una nueva etapa de libertad y justicia. Por eso, desde 2019 homenajeamos a los hombres y mujeres que han formado parte de las sucesivas corporaciones municipales. Mujeres y hombres que son fundamentales en nuestra historia democrática porque sin su labor y sin su entrega Rivas no sería lo que es hoy.

Pero no sólo los grandes acontecimientos marcan la memoria de un pueblo. La memoria también se construye a través de la historia de cada barrio. Los inicios de Covibar y de Pablo Iglesias, por ejemplo, también han dejado una huella imborrable en la historia de esta ciudad. La construcción de una ciudad no solo implica levantar edificios y calles, sino también tejido social y memoria colectiva. Fue en estos barrios donde nació el movimiento vecinal o la historia de aquellas mujeres anónimas que hicieron barrio, que lucharon por la igualdad y la justicia social desde sus hogares, sus trabajos y sus asociaciones, sembrando cada día su granito de arena para hacer de Rivas un lugar más habitable, más justo, más igualitario y más feminista.

La memoria histórica de Rivas es la base sobre la que se ha construido esta ciudad. Es el recuerdo de quienes lucharon por la libertad y la democracia, es la voz de la experiencia de quienes me precedieron en la Alcaldía, es la historia de las miles de personas que han contribuido con su compromiso a hacer de este lugar un sitio mejor para vivir. La ciudadanía ripense se siente orgullosa de su pasado y está comprometida con su presente, trabajando conjuntamente, como siempre hemos hecho, para seguir avanzando hacia la Rivas del futuro.

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