Maldita.es te trae recomendaciones contrastadas con expertos para prevenir riesgos de atragantamiento, toxicidad o impacto en la salud de los pequeños.
Durante el primer año de vida, hay ciertos alimentos que los bebés no deberían consumir debido a riesgos de atragantamiento, toxicidad o impacto negativo en su salud. Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), los frutos secos, aceitunas, zanahoria y manzana crudas están entre los alimentos desaconsejados. Además, productos como la miel, la carne de caza y ciertos pescados de gran tamaño deben evitarse, por la posible presencia de toxinas y metales pesados.
El Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la AEP explica que los frutos secos, las uvas y las salchichas pueden representar un peligro de asfixia si no se manipulan adecuadamente. Para reducir este riesgo, se recomienda supervisar la alimentación del bebé y cortar estos alimentos en trozos pequeños o en forma longitudinal. También se aconseja evitar el consumo de carne de caza, ya que puede estar contaminada con plomo, lo que representa un riesgo para el desarrollo neurológico infantil.
Respecto al pescado, se recomienda aplazar hasta los tres años el consumo de especies grandes, como el atún rojo o el pez espada, debido a la acumulación de mercurio. Sin embargo, se pueden incluir en la dieta opciones como el salmón o el atún enlatado, que aportan ácidos grasos esenciales beneficiosos para el desarrollo del bebé.
La miel es otro de los alimentos prohibidos para menores de un año, ya que puede contener esporas de Clostridium botulinum, la bacteria responsable del botulismo infantil, una enfermedad grave. Aunque algunas papillas comerciales contienen miel tratada, su consumo sigue estando desaconsejado debido a su alto contenido de azúcar. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja el consumo de azúcares añadidos en la alimentación infantil para prevenir la obesidad y enfermedades metabólicas.
Además, se recomienda limitar el consumo de sal y productos altamente procesados en la dieta del bebé. Dado que el consumo excesivo de sal puede afectar a la tensión arterial, es preferible evitar alimentos como sopas en polvo, embutidos y snacks salados. Algunas verduras, como las espinacas, acelgas y remolacha, tampoco deben darse en grandes cantidades antes del año de vida, ya que pueden contener nitratos que afecten el transporte de oxígeno en la sangre.
Para una alimentación segura y saludable, la AEP recomienda introducir los alimentos de manera progresiva, uno a uno, para detectar posibles alergias y permitir que el bebé desarrolle sus preferencias alimenticias sin presiones. Se aconseja priorizar alimentos frescos y evitar los ultraprocesados, especialmente aquellos diseñados para bebés, que pueden contener niveles elevados de azúcar y aditivos.
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