En los lujosos despachos del gobierno y el parlamento se discute el próximo recorte social, la forma de seguir ganando mucho dinero, ellos y sus amos a costa de la clase trabajadora. Ya casi nadie cuestiona lo que está pasando y los dos sindicatos vendidos al poder del dinero se conforman y tranquilizan a las masas. Ofrecen humo de conformismo y pasividad ante la que se avecina. Miles de familias son desahuciadas de sus casas y seguimos batiendo récords en desempleo, fracaso escolar y corrupción.
Esta es la realidad, hemos sido gobernados por un pacto de alternancia PSOE y PP, expertos en recortes, reformas y guerras genocidas, siempre tratando de barrer para sus intereses en su afán más reaccionario, construyendo patria y presuntas fortunas millonarias para los suyos. Y ahora les han nacido dos ayudantes, Cs y VOX, creados para hacer sombra al único partido que parece ser una esperanza para el pueblo, Populistas los llaman y con cuanta razón. Gobierno del Pueblo, UNIDOS PODEMOS.
Se pide desde estos lacayos del capital que sea la gente humilde la que los saque de esta crisis inventada desde el Fondo Monetario Internacional, programada por el imperio y la Unión Europea para saquear todo lo público, para cargarse los derechos y consecuciones sociales históricas durante cientos de año de lucha a sangre y fuego.
Estos tipos, lacayos del poder económico, que viven del cuento no se bajan los sueldos, siguen viviendo al máximo nivel siempre por el lado más bestia de la vida, a todo lujo, con coches oficiales, trajes caros, comidas en restaurantes de cinco estrellas a costa del dinero que aporta la ciudadanía en sus impuestos. Aferrados a sus cargos durante décadas, sin importarles para nada el sufrimiento de un pueblo abandonado y víctima de esta brutal rapiña.
En la cola del paro miles de seres humanos que esperan en silencio una oportunidad que nunca llega, cientos de jóvenes terminan sus carreras sin expectativas de futuro, familias enteras esperan en el comedor de Cáritas el turno para alimentarse. En la hora del cierre de las grandes superficies mucha gente revuelve en los contenedores de residuos buscando comida para alimentar a sus hijos. Ya no solo son indigentes con adicciones al alcohol y otras drogas, ahora son personas que hasta hace poco vivían con algo de dignidad, trabajadores y trabajadoras que han perdido sus empleos, que se ven sin ayudas de ningún tipo y no tienen otra alternativa que humillarse buscando en las sobras de la basura.
Que fácil sería solucionar todos estos problemas: el reparto justo de la riqueza, la nacionalización de la banca, el procesamiento y encarcelamiento de tanto banquero y político corrupto, la potenciación de una sanidad y una educación pública para todos y todas, al servicio de la mayoría de la ciudadanía. Acciones imposibles mientras gobiernen estos personajes sin escrúpulos, que se aprovechan de un sistema electoral y de una “democracia” diseñada para beneficio de los poderosos, que se meten en política para enriquecerse y hacer carrera, defendiendo un sistema que mata de hambre a millones de seres humanos en todo el planeta.