La verdad es que la campaña del gobierno del Ayuntamiento de Rivas de “párate a pensar”, después de 30 años gobernando, suena a cuento chino.
Es como una noria, venga y venga a darle vueltas a palabras y discursos vacíos, sin tomar medidas para corregir lo que viene siendo muy parecido a cómo gobernaría la derecha en nuestra ciudad.
Si el ejecutivo ripense quiere enmendar sus políticas para enfrentar los grandes retos que tenemos como ciudad, sólo tiene que evitar sus discursos vacíos y políticas fallidas, y aplicar las políticas que la izquierda viene aplicando en muchas ciudades españolas desde hace años. Veamos:
Residuos.
En el 2006, el Ayuntamiento publicó unas conclusiones sobre unas jornadas sobre el tratamiento de los residuos orgánicos. Recojo aquí el texto:
“Teniendo en cuenta las deficiencias sociales y ambientales que genera la gestión centralizada de los residuos urbanos (malos olores, degradación social de barrios próximos…) la descentralización se convierte en la única alternativa posible si pensamos en el bienestar ciudadano y en la conservación de nuestros recursos naturales”
Después de 14 años, el Ayuntamiento sigue con la gestión centralizada: está extendiendo el contenedor marrón de residuos orgánicos por toda la ciudad, con lo que eso supone: tratamiento centralizado, tasas, camiones carísimos para desplazarlos, combustible y personal para conducirlos.
Testimonialmente están quedando las composteras comunitarias de edificio o barrio, precisamente la opción mas barata y ecológica, receta por la que ya apuestan muchas ciudades.
Tampoco el Ayuntamiento de Rivas combate el plástico y los envases, para reducirlos con campañas, o para que la ciudadanía participe en su reciclaje con maquinas de retorno con premio, como ya hacen muchos ayuntamientos.
Lo más sangrante quizás sea el silencio deliberado de nuestro ayuntamiento ante el gran problema que tenemos con la Incineradora de Valdemingómez. El compromiso de reducción del 50% en la incineración en este año 2022 decidido por el Ayuntamiento de Madrid en el 2018, y que ahora el PP y Ciudadanos no quieren cumplir, exigiría que nuestro Ayuntamiento de Rivas encabezara una batalla jurídica, como ha hecho con otros temas menores.
Por cierto, ¿Para cuándo una estadística de cáncer en nuestra ciudad, para ver si superamos niveles significativos respecto a otras ciudades? ¿Para cuándo dejar de utilizar las sopladoras en el barrido de las calles, que levantan dioxinas y otras partículas cancerígenas del suelo y las vuelven a esparcir por la atmósfera que respiramos?
Energía
El Ayuntamiento de Rivas sigue consumiendo energía procedente de fuentes no renovables y lo hace a través de una comercializadora privada.
Muchos ayuntamientos con gobiernos de izquierdas ya sólo adquieren energía procedente de fuentes renovables. Pero además, en Barcelona, donde gobierna En Comú Podem, han creado una empresa pública que está generando energía renovable, con placas solares, con aceras y calzadas solares, incluso con fábricas de hidrógeno verde, que no sólo abastecen a sus instalaciones y autobuses eléctricos, sino también a miles de familias.
Cuando muchos ayuntamientos ya sólo compran vehículos eléctricos y van sustituyendo sus autobuses de combustión por eléctricos, el Ayuntamiento de Rivas sigue, a esta fecha, comprando vehículos de combustión para su flota municipal, y en nuestras calles siguen pasando los contaminantes autobuses internos. ¡Una maravilla!.
Servicios municipales.
Inaudito que los concejales y concejalas de Izquierda Unida y Podemos, por toda la geografía española, estén exigiendo la gestión publica de los servicios municipales y oposiciones publicas para contratar al personal necesario, y aquí en Rivas, después de 30 años gobernando, siguen privatizando servicios esenciales como el deporte, las piscinas, la atención a nuestros mayores, la gestión de las multas, las actividades culturales, los servicios sociales, la atención al ciudadano, parte de la escuela de música.. sin olvidar la entrega de la gestión del polideportivo municipal del Barrio de La Luna a una empresa privada durante los próximos 39 años.
Urbanismo.
También resulta curioso que en Barcelona se estén recuperando multitud de calles y plazas, que antes estaban destinadas al tráfico automovilístico y ahora son peatonales y áreas de juego para niños y niñas; y aquí en Rivas, después de 30 años de gobierno, seguimos construyendo autopistas urbanas de ocho carriles para automóviles, en el Barrio de la Luna, con aceras exiguas y unas briznas de verde. Mucho que aprender de Ada Colau.
Sueldos y cargos de confianza
Sigue siendo vergonzoso que mientras dos millones de trabajadores y trabajadoras cobran el salario mínimo, es decir, 14.000 euros al año, y muchos más, ni siquiera eso, los concejales, concejalas y cargos de confianza de Rivas cobren de 50.000 a 72.000 euros.
Siempre es bueno que un político se “pare a pensar”, pero si además lo acompaña con “hechos”, su discurso se transforma en creíble.
Les dejo con unas palabras del economista Eduardo Garzón, hermano de nuestro vecino y ministro Alberto Garzón, en la campaña municipal de Ponferrada de 2019. Eduardo Garzón participó en el área de economía del gobierno municipal del Ayuntamiento de Madrid, cuando gobernaba Carmena:
“La gestión municipal de los servicios es siempre más barata y eficiente. Los servicios funerarios madrileños, remunicipalizados en época de Carmena, ofrecen en la actualidad un superávit anual de cuatro millones de euros mientras que cuando eran gestionados por una empresa privada perdían cerca de medio millón. Además, la legislación española favorece la gestión pública, pues los servicios municipales no pagan el IVA ni el impuesto de sociedades.»
José Manuel Pachón López