Cientos de ciudadanos de la Comunidad de Madrid y de la ribera del Tajo manifestaron ayer domingo 27 de marzo nuestro rechazo a la situación por la que atraviesan los ríos madrileños y el río Tajo. Los ecosistemas fluviales se han convertido en cauces sin vida sin que las administraciones responsables de la conservación de los ríos estén actuando. Este desprecio por el valor de estos importantes ecosistemas y las oportunidades que podrían ofrecer a las localidades ribereñas es inaceptable en un país moderno e instruido.
A pesar de los objetivos de la Directiva de Aguas o las normativas nacionales y autonómicas, los ríos madrileños y el Tajo agonizan en imágenes impropias del siglo XXI, cauces colmatados de residuos, toallitas, aguas residuales mal depuradas… Resulta inaceptable la inhibición de quienes deberían asegurar su conservación: la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) como responsable de la conservación y gestión del dominio público hidráulico; la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid de sus espacios protegidos; el Canal de Isabel II de la depuración efectiva de las aguas residuales y de una gestión sostenible de los caudales que liberan los embalses; o el MITECO, que deja exhausto al río Tajo desde los embalses de cabecera.
La Comunidad de Madrid exporta aguas residuales mal depuradas a Toledo a través del Jarama, Guadarrama y el Tajo, un río saqueado en su caudal por el abusivo trasvase a Levante, hasta el punto de que en toda la provincia de Toledo sigue vigente desde el 19 de junio de 1972 la prohibición del baño en el Tajo debido a su comprobada contaminación. La dejación de funciones de las administraciones ante el estado de emergencia sanitaria y ambiental nos cuesta muy caro en sanciones desde la Unión Europea. España es el país líder en sanciones por no garantizar la calidad de sus aguas y la Comunidad de Madrid el peor escaparate de la degradación de los ríos. Hasta la fecha, tiene abiertos cinco procedimientos sancionadores por parte de la Comisión Europea.
Para denunciar esta situación, una veintena de colectivos de la Comunidad de Madrid y de la Ribera del Tajo nos manifestamos en Madrid ante la sede de la Confederación Hidrográfica del Tajo, una de las administraciones responsables de la situación por la que atraviesan los ríos. A este acto se han adherido otros colectivos sociales de la Comunidad de Madrid y de Castilla la Mancha, que no quieren soportar ni la contaminación que les llega o que el río Tajo se haya convertido en un cauce sin vida y sin caudal.
A esta marcha han acudido varios centenares de ciudadanos para exigir medidas concretas en relación con los problemas más urgentes que soportan nuestros ríos: establecimiento de caudales ambientales adecuados; implantación de instalaciones para evitar que a ríos y arroyos lleguen ingentes cantidades de aguas residuales sin depurar, toallitas y otros residuos desde aliviaderos y colectores; que se garantice de una vez la recuperación ecológica de todos los tramos bajos de los ríos madrileños, lo cual se ha demostrado que es totalmente viable y factible; que se respeten las llanuras de inundación y se ponga fin a la ocupación de las riberas; que se realicen planes para la recuperación de la biodiversidad original. Con todo ello, en unos pocos años podríamos disponer de una red fluvial recuperada y de mayor calidad ambiental, para su uso y disfrute por parte de la población.
27 de marzo de 2022
Antonio Martínez, 616 179 442 (Asociación Ecologista del Jarama «El Soto») – Raúl Urquiaga, 675 569 118 (GRAMA) – Mª Ángeles Nieto, 606 059 528 (Ecologistas en Acción) – Cesar Rodríguez, 685 744 919 (AEMS Ríos Vivos).