
En esta ocasión, nos vamos a referir a unos de los patrimonios naturales más importantes de nuestra localidad: Los cortados del Jarama y Manzanares. Son uno de los paisajes más singulares de nuestro municipio, siendo lugares habituales de rodajes de anuncios y series de televisión. Se trata de unas formaciones que destacan sobre las llanuras y que, además de ser una belleza, tienen un alto interés científico por cómo se formó y por ser un de refugio para especies animales y vegetales.

Los cantiles están presentes a lo largo de todo el Jarama y en la zona final del Manzanares. Los más características se encuentran en la zona de la Laguna del Campillo, El Piúl y El Espolón de Vaciamadrid, Son cerros yesíferos que surgieron tras la evaporación de masas de agua, rica en sales durante el Mioceno. En estas zonas, como ya hablé de ello en números anteriores, quedan numerosas huellas de nuestra historia, de asentamientos y construcciones ligados a su carácter estratégico, sobre todo trincheras de la guerra civil, pero también restos arqueológicos medievales e, incluso, paleolíticos. De la Guerra Civil Española, nos podemos encontrar restos de campamentos miliares, observatorios, elementos de telegrafía óptica, etc.

En nuestros paseos por ellos, en la vegetación, lo que más vamos a encontrar es el jabunal, (nombre que proviene de las cualidades jabonosas de la planta). En la parte baja de las laderas y en las terrazas, vamos a ver atocha (esparto), el mismo curioso nombre que recibieron la plaza y estación por están colonizadas por formaciones de “atochas”. El esparto tiene un gran valor por su carácter protector del suelo y ser refugio para algunas especies de vertebrados.
Si levantamos la vista al cielo, es habitual ver halcones en estas zonas, son el lugar donde crían, y le acompañan milanos negros. Si observamos con mucho detenimiento, podremos ver algún búho real y lechuzas.
Estos cantiles se están deteriorando por tener presión cinegética, más o menos furtiva, a la presencia de un número creciente de visitantes y a la persistente actividad de experimentaciones con explosivos desde la planta militar de La marañosa. La recolección de plantas medicinales es otra actividad que causa un importante daño al patrimonio natural de estas áreas.
Cuando paseemos por estos lugares debemos tener especial cuidado en no molestar a los animales, ser cuidadosos con la vegetación y no recolectar ninguna especie vegetal, de nosotros va a depender su futuro.