Relacionar los insectos con las mascotas, tema elegido para este mes, no resulta difícil. Es de sobra conocida la utilización de ciertos insectos, en particular el grillo doméstico (Acheta domesticus) en la alimentación de algunas mascotas como son ciertos reptiles y anfibios que comercializan las tiendas de animales y podríamos mostrar otros ejemplos similares.
Pero hemos pensado en la “pulga de agua” o “Daphnia” por lo curioso y desconocido de una particularidad suya. No se trata de un insecto, sino de un crustáceo planctónico. Este pequeño animal es muy común en charcas donde sean abundantes las algas unicelulares de las que se alimenta y se usa como comida para diversas mascotas —renacuajos de algunos anfibios— pero, sobre todo, muy especialmente, en la alimentación de peces de acuario, entre los que podríamos incluir las populares gambusias (Gambusia affinis y Gambusia holbrooki). Son muy apreciadas por los acuarófilos por su resistencia en el acuario.
¿Saben ustedes cuántos genes tiene un ser humano? Pues bien, se lo digo: Aproximadamente unos 23.000. No está mal, somos bastante “completos”, “evolucionados” y todo eso que se suele decir: un compendio completo para que “nuestro mecanismo vital“ funcione como un reloj…, no les extrañe que seamos tan listos y estemos en la cima “de la cadena esa que dicen los ecólogos existe en la naturaleza”… ¿lo somos, lo estamos, eso creen?
Y aquí va la sorpresa: resulta que los científicos que estudian los genomas han descubierto que el animal que más genes tiene no es ni el hombre, ni el chimpancé, ni el orangután, ni siquiera el tigre o el león, el elefante o la ballena…, tampoco los delfines ni los calamares gigantes abisales, esos que tienen decenas de metros y aterrorizaron a los navegantes de siglos pasados. Adivinen ustedes qué especie tiene el récord… En efecto, es la Daphnia, concretamente la especie más común, la “Daphnia pulex”, que es la que se ha investigado, que resulta que tiene la friolera de 31.000 genes distintos… Por esta vez, nada más que añadir: aten cabos…
Desde Zarabanda, amables lectoras y lectores, aparte de agradecer como de costumbre su atención y fidelidad a la revista, queremos desear que pasen un mes de febrero excelente, que no pasemos demasiado frío, que dejemos atrás todas estas afecciones respiratorias que tanto han incidido en la primera parte del invierno y que, por otra parte, nos encaminemos a una primavera un poco más amable en cuanto a lluvias y temperaturas de lo que las predicciones meteorológicas auguran.