Es importante resaltar que la coordinación para la pandemia de coronavirus està en manos del Gobierno de la nación. Tan importante es, no olvidar que las competencias en Sanidad (gestión, medidas e intervención) son propias de los gobiernos autonómicos, como es el caso de la Comunidad de Madrid (CM) donde las competencias sanitarias, para bien o para mal, son de Ia presidenta Isabel Dìaz Ayuso.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, ha declarado que desde la CM se impulsa una estrategia de estudio para conocer con la mayor aproximación posible el número de personas que han pasado la enfermedad por COVID-19 en la región. Dentro de la misma se va a priorizar a los profesionales sanitarios y socio-sanitarios, y a su entorno familiar y social. Además, se ha iniciado ya la entrega de más de 14.000 test rápidos en las residencias de mayores.
Desde el punto de vista sanitario, aparte de las 200.000 PCR aproximadamente que se han realizado, y que van a seguir siendo la prueba diagnóstica de referencia para hacer frente a la pandemia, el Gobierno regional está impulsando una estrategia complementaria gracias a los test rápidos y ya ha quedado diseñado un circuito para la realización de los mismos.
En el caso de las residencias, se han registrado 339 peticiones (una residencia puede hacer varias solicitudes) y el Ejecutivo madrileño ha repartido un total de 14.080 test. Las residencias, por su parte, han enviado 1.368 formularios informando de la situación de sus residentes, arrojando un resultado de 632 positivos tras la realización de estas pruebas rápidas.
En términos generales, el consejero de Sanidad ha avanzado que se han atendido, desde el comienzo de la pandemia, a más de 300.000 madrileños que se han visto afectados o con sospecha de contagio de COVID-19. De ellos, se ha hecho seguimiento telefónico a más de 233.000 pacientes.
En la Comunidad de Madrid, después de los recortes de los últimos años, solo quedaban 14.000 camas en los hospitales y han tenido que habilitarse hasta 22.700. En el caso de las UCI, ha ocurrido lo mismo, se ha pasado de 540 que quedaban a 1.900 que se han necesitado. Asì como habilitado 13 hoteles en centros sanitarios que han atendido a 1.926 pacientes y el macro hospital instalado IFEMA, en colaboración con el Gobierno Central, que ha atendido a más de 3.400 pacientes y que ha recibido el reconocimiento internacional.
Esta gestión no hubiera sido posible sin el trabajo que viene desarrollando el SUMMA 112, que ha contado con el apoyo de SAMUR, ambulancias privadas y las protecciones civiles de los municipios. Además de la atención de las urgencias a domicilio, realiza una media de más de 1.900 traslados diarios. Entre ellos, más de 500 han sido de pacientes críticos, incluidos 200 de críticos entre distintos hospitales de la red pública y privada.
Por otro lado, Ruiz Escudero ha recordado que, desde el inicio de la crisis, se han incorporado un total de 10.110 profesionales (8.271 sanitarios, 982 profesionales de gestión sanitaria y 857 estudiantes, licenciados, jubilados y extracomunitarios). Muchos de ellos proceden de lugares diversos, que han tenido que ser alojados en 22 hoteles, con un total de 1.700 camas.
Llama la atención, por el aparente abandono de las residencias pùblicas de la Comunidad de Madrid, el hecho de que desde la puesta en marcha de este plan, se han realizado 380 intervenciones en residencias por parte de bomberos y la Unidad Militar de Emergencias. Por su parte, los equipos de Atención Primaria apoyaron en visita domiciliaria a 28 residencias críticas entre el 26 de marzo y el 2 de abril, las fechas más duras de la pandemia y, en estos momentos, más de 250 residencias se encuentran en seguimiento médico y enfermera por parte de los centros de salud, y otras 81 son atendidas con presencia rutinaria por profesionales de Atención Primaria. Asimismo, se ha procedido a reforzar los servicios de oxigenoterapia y se ha marcado un circuito de traslado de medicamentos de los Servicios de Farmacia Hospitalaria a cada residencia. Más de 4.000 personas han tenido que ser trasladadas (de residencias a hospital, de hospital a residencias y entre distintas residencias). Se han tenido que tomar medidas específicas para estos centros y su población vulnerable, como la restricción de visitas, la indicación de protocolos y asesoramiento para la clasificación de residentes en función de sus síntomas y su posterior reorganización.