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La verdad y la mentira.

Cuenta la leyenda, que un día la verdad y la mentira se cruzaron.

-Buen día. Dijo la mentira.

-Buenos días. Contestó la verdad.

-Hermoso día. Dijo la mentira.

Entonces la verdad se asomó para ver si era cierto. Lo era.

-Hermoso día. Dijo entonces la verdad.

-Aún más hermoso está el lago. Dijo la mentira.

Entonces la verdad miró hacia el lago y vio que la mentira decía la verdad y asintió.

Corrió la mentira hacia el agua y dijo… -El agua está aún más hermosa. Nademos.

La verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y confió en la mentira.

Ambas se sacaron las ropas y nadaron tranquilas.

Un rato después salió la mentira, se vistió con las ropas de la verdad y se fue.

La verdad, incapaz de vestirse con las ropas de la mentira comenzó a caminar sin ropas y todos se horrorizaban al verla.

Es así como aún hoy en día la gente prefiere aceptar la mentira disfrazada de verdad y no la verdad al desnudo.»

Tomado de Luis Alonso Hernández.

La derecha, la gran defensora de los derechos de la mujer, no tiene ideario sino intereses. Y los defiende con mentiras e hipocresías

Desde que el hombre es hombre, en todo tipo de civilizaciones, hay una parte de la sociedad que se sitúa como parte del status quo y cree que lo ya existente es el orden natural de las cosas.

En contraposición, existen otro tipo de personas que creen y practican, que todo es mejorable y que un mundo mejor es posible.

Yo creo que esta idea así expresada no necesita de mucha documentación para ser expuesta ni que haya mucho más que razonar para ser entendible y justificada.

Si se es imparcial se saca como conclusión lógica que unos representan a la derecha conservadora que como su nombre indica prefieren conservar los valores que hay y otros que son como la izquierda progresista que cree

en la evolución de las cosas y que otro mundo es posible.

Es como poner como términos antagónicos juventud y madurez, dando a entender que los primeros critican el orden establecido y los segundos lo defienden por tenerlo ya asumido. No creo que haya que hacer una tesis para argumentar estas simplezas

La derecha como teoría política no existe porque no defiende ideas sino intereses y para conseguir sus fines se apropia de la parte más visceral y radical del pueblo alimentando así su odio a lo diferente y metiendo el miedo en el cuerpo ante cualquier tipo de cambio.

La derecha no sopesa si esto es bueno o esto es malo. Le es indiferente.

Si consiguen el poder saben que se saltaran las leyes a su antojo. ¿ Para qué evaluarlas, medirlas o cambiarlas?

Su idea de las cosas es más sencilla.

No a todo a cambio mientras de forma subliminal y entrelíneas te dicen:

Yo arriba y los demás, abajo. Yo mando y tu obedeces. Yo opino y tú asientes.

Todo esto sin rechistar y con una sonrisa de lado a lado.

Si no, atente a las consecuencias.

La derecha o los conservadores a lo largo de la historia se han mostrado siempre igual. Sin ideas ni principios.

Tan solo se les oye decir que reinará el caos y la inmoralidad si la cosa cambia.

Apelan al miedo para que todo siga igual y así, poder seguir manteniendo su estatus y privilegios.

Así ha sido y será siempre, en la época de los faraones, con el faraón, en la de los romanos, con el emperador, en la de las monarquías con el rey y cuando llegó la democracia ellos son más demócratas que nadie.

Defendieron la esclavitud y ahora son abanderados de la libertad.

Combatieron por mantener la servidumbre y ahora son los adalides de los trabajadores.

Ocultaron en un rincón a la mujer y ahora son los baluartes de la igualdad,

Persiguieron y marginaron a tantos por ser diferentes, a la vez que promovían las virtudes de la castidad y ahora parece que son ellos los que han inventado la libertad sexual.

Todos estos y muchos más derechos se han conseguido, arrebatándoselos a estos señores a costa de sangre, sudor y lágrimas mientras ellos, saltandose alegremente a la torera todo, se pasaban por el arco el triunfo, toda su parafernalia que hacían tragar obligados a los demás.

Tal es su hipocresía y desfachatez, que si la cosa cambia, ellos se convierten de un día para otro en los abanderados de la revolución. El caso es seguir en el poder a costa de lo que sea.

Desde el principio de los tiempos, la izquierda, LA AUTÉNTICA IZQUIERDA, “que tiempos aquellos”, siempre ha creído en lo mismo. Siempre ha defendido lo mismo.

La justicia social, la igualdad ante la ley, en el reparto equitativo de la riqueza, en los derechos de las minorías, en la igualdad de la mujer, en los derechos humanos y que el poder soberano reside en el pueblo.

La derecha, no. No solo no ha creído en todo esto, sino que lo ha combatido y los combatirá siempre.  Solo los acepta, a toro pasado, y cuando son impuestos por las urnas o las armas.

La derecha, como digo, es la abanderada de la desfachatez y la hipocresía y junto con la iglesia, a la que se parece por su forma de actuar, tiene un pasado de injusticia, intransigencia y siempre, manchado de sangre.

Uno de los ejemplos más evidentes de la forma de actuar de este tipo de gente lo tenemos en Los fundadores del PP, antaño portavoces del franquismo y hoy, aparentemente, uno de los defensores más recalcitrantes de la vigente constitución.

Eulogio González Hernández

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