Artículo de Nino Olmeda para la revista Zarabanda de septiembre de 2025.
La radio ha sido, y sigue siendo, un medio de comunicación fundamental con un gran impacto social. También, en todas sus formas, sigue siendo un medio poderoso por su capacidad de informar, entretener y conectar.
La radio en España tiene historia y no hay que olvidar que antes de la llegada de la democracia era otra cosa. Recuerdo mi niñez y que a las 12 horas se paraba la programación y se escuchaba el rezo del Ángelus. Más tarde, se emitía ‘el parte’ en todas las emisoras. Durante el franquismo, ‘el parte’ se dedicaba a informar a los españoles sobre los supuestos éxitos de la dictadura y moldear la opinión pública según la ideología de la Falange. ‘El parte’ se asoció a la famosa declaración del 1 de abril de 1939 que anunciaba el fin de la guerra civil española.
También recuerdo a mi madre, doña Josefa, tragándose las radionovelas de aquella época y a mi padre, don Francisco, reclamando agitado al comienzo de ‘el parte’: ¡Que alguien quite eso!
La importancia de la radio está en la inmediatez: ofrece noticias de última hora de manera rápida y accesible. Permite a los oyentes estar al tanto de los acontecimientos mientras realizan otras actividades. Además, presenta una diversidad de contenidos, con temas que van desde política y economía hasta cultura, deportes y entretenimiento.
Muchos programas radiofónicos ofrecen análisis en profundidad, entrevistas y debates que ayudan a comprender mejor los acontecimientos, según la línea editorial de cada medio.
La radio, asimismo, te entretiene y, a veces, es una compañera para quienes viajan, trabajan o pasan tiempo solos. Este medio de comunicación hace llegar el sonido a través de la música, la literatura, historia y arte, contribuyendo a la educación y al enriquecimiento cultural de la sociedad. También permite la interacción directa con los oyentes, quienes pueden expresar sus opiniones, hacer preguntas o compartir experiencias.
Nos enteramos de todo lo que sucede dentro y fuera de España, pero no informa de lo que sucede en nuestro pueblo o barrio. Ese papel queda reservado a las radios locales, que desempeñan un rol crucial en sus comunidades, a menudo con un enfoque más cercano y específico.
Las radios locales, en particular, son esenciales para la cohesión social, la identidad cultural y la vitalidad democrática de los territorios. Son una fuente insustituible de información de proximidad.
A pesar de su importancia, tanto la radio en general como las locales enfrentan desafíos como la competencia de internet, las redes sociales y las plataformas de streaming de audio. También se enfrentan al reto de luchar con decisión contra la desinformación. Y al de no ser correa de transmisión de los poderes políticos, económicos y financieros.
Estar informado es una buena costumbre. Es conveniente elegir aquellas emisoras que cuentan lo que pasa y no lo que a cada uno de nosotros nos gustaría que pasase. De realidades paralelas, nada, y solo para los lelos.








