Estoy hasta allí de los que ejercen la falsa equidistancia. Suele hablar de equidistancia quien pretende ser políticamente correcto. Y eso es lo que le ocurre a una parte de la izquierda mediática. A la izquierda que pretende quedar bien con todos, mientras que la derecha actúa con toda la maldad del mundo, a sabiendas que hay una izquierda, ideológicamente débil, que minimizará sus actuaciones y declaraciones vergonzosas.
Y no hay más que ver algunos casos. Por ejemplo, los comentarios que se han producido con ocasión del choque entre Cayetana Álvarez de Toledo y Pablo Iglesias, donde éste último llama marquesa a la diputada, y esta le responde que es un hijo de un terrorista.
En fin, lo lógico sería ver la diferencia y lamentar que una diputada sea capaz de algo así. Pero no, hay que ver la reacción de los medios de la izquierda (blanda) como es El País o la Cadena Ser o la Sexta, etc, que destacan sobre todo una confrontación y culpan a los dos protagonistas. Si seguimos los medios de la derecha, El Mundo, la COPE, la Razón, ABC, etc, no hay duda de que el provocador y causante de este episodio es Pablo Iglesias, la pobre Cayetana no hizo sino contestar como se merecía el vicepresidente.
O sea mientras que desde la izquierda mediática se habla de confrontación provocada por ambas partes, la derecha lo tiene claro, hay dos culpables de todo: Pablo Iglesias y Pedro Sánchez. Y los ataca con odio, basta leerlos o escucharlos (háganlo en pequeñas dosis, no se envenenen el hígado).
Se ve que a la señora portavoz pepera le molesta que la llamen marquesa. Bueno, pues ahí va una sugerencia: renuncie al título, que se puede. Porque le guste o no, la señora Álvarez de Toledo es marquesa y además –esto lo añado yo– actúa como tal, con prepotencia, superioridad, con una altivez que sobrepasa incluso el talante aristocrático.
Pero no sólo le debe de molestar, cuál insulto, ser aristocrática, además, sus vísceras la delatan al contestar a sus contrarios, en este caso a Pablo Iglesias. Primero ataca a su padre, que no estaba allí y no se podía defender. Además le llama terrorista, demostrando que para ella, todo el que luchaba contra Franco, aunque fuera pegando pasquines, en pos de un futuro democrático, es un terrorista. O sea Franco un estadista y los antifranquistas todos terroristas.
Pero, francamente (disculpen el adverbio), me molestan más los medios que pretenden ser de izquierda y cuya opinión sobre el caso es una equidistancia que hace que ambos tengan la misma culpa en este enfrentamiento. Mientras, la derecha mediática, al unísono, defienden a la marquesa y echan la culpa al ‘gran provocador’: Pablo Iglesias.
No entiendo por qué. Cuando Pablo Iglesias se excede y se equivoca, que ha ocurrido, todos contra este provocador, si alguien actúa como lo hace Álvarez de Toledo, García Ojea, Díaz Ayuso o el propio Casado, simplemente hacen oposición, aunque haya insultos, desprecios, comparaciones odiosas y tantas otras cosas.
No. El querer ser políticamente correcto lleva a una falsa equidistancia desde la izquierda. Y no debe ser así. Se trata simplemente de contar lo que ocurre y de responsabilizar a quien comete el error y no repartir entre todos las culpas. No es verdad que todos actúen igual. Basta ver las comparecencias de Illa, Sánchez, Iglesias y compararlas con las de los peperos (de Vox mejor no hablar, no vayan a pensar que les doy motivos para un golpe de estado). Si alguien tiene dudas que escuche lo que se dice y que lea lo que se escribe desde medios de ambas ideologías.
No quisiera acabar sin afirmar que en la izquierda hay también medios y periodistas que no se amilanan y defienden la verdad. Son unos cuantos, pero ahí van de ejemplo: Jesús Cintora, Nacho Escolar, Elisa Beni, etc. Y los medios que se salvan entre otros: Público, El Diario.es, Infolibre, El Salto, La Marea y algunos otros.
En fin, dejémonos de equidistancias falsas y seamos capaces de criticar lo que ocurre. No demostremos debilidad desde la izquierda porque la derecha está crecida y tiene un único plan, derribar, como sea, este gobierno progresista. Que esa izquierda mediática pusilánime no les haga el juego. La derecha no pueden soportar que les gobiernen otros, que les deroguen sus leyes y que se legislen medidas sociales en favor de los más débiles. Hay que defender este gobierno y la equidistancia no es la forma.
Salud y República