No es la primera vez que escribo sobre las mentiras e incumplimientos de nuestra clase política. Me viene a la memoria un artículo que escribí hace casi ya nueve años, bajo el título: “Mentir en política” y que, al día de hoy, sigue totalmente vigente. Decía entonces que el ciudadano cada día recela más y se fía menos de las promesas que hacen los políticos, porque se fabrican un mundo exclusivo para ellos; con sus estadísticas sobre el pulso social, están en otra dimensión, muy alejados de la realidad de la calle. Además, es notoria la creencia generalizada de que nos mienten casi siempre, que dicen lo políticamente correcto, pero que nos ocultan datos porque “no interesa” que sepamos más allá de lo que realmente es.
La situación política que vivimos en nuestro País, es de un deterioro ostensible de calidad democrática. Uno de los pilares fundamentales del sistema democrático constitucional es el de la responsabilidad política; responsabilidad que debe estar unida al nivel de cumplimiento de promesas electorales incumplidas. El P.P. está gobernando con el apoyo de C´s, en base a un pacto entre ambos de 150 medidas que el Sr. Rajoy se comprometió a cumplir. Ahora se cumple un año de la firma de aquel pacto y, sin riesgo de equívoco, se puede afirmar que ninguna de aquellas condiciones previas y de las 150 medidas se ha puesto en marcha. Al menos por la iniciativa del Gobierno que preside Rajoy ni por la del grupo parlamentario popular. Una de ellas era la creación de una comisión parlamentaria de investigación sobre las finanzas irregulares del P.P. Esta comisión ha empezado a funcionar gracias a la iniciativa del PSOE y de Podemos, a la que se sumó C´s tras constatar que el PP se limitaba a ‘marear la perdiz’ en esta cuestión y, a la postre, dar largas a su socio de investidura.
Esa ha sido la constante en las relaciones entre el PP y Ciudadanos en el último año, que en los últimos meses ha ido creciendo provocado por los desaires de la formación conservadora hacia Ciudadanos. El Sr. Rajoy, que habitualmente emplea su ironía, rozó el desdén y provocó que el Sr. Rivera se llevara la palma de la mano a la mejilla varias veces; convirtiéndose en una de las imágenes del curso parlamentario. Los escándalos que salpican al Partido Popular en materia de corrupción son inapelables: Gurtel, Lezo, Púnica, Noos, Bárcenas, Brugal, etc.,(hay muchos más), sin que haya supuesto responsabilidad política en las altas esferas del partido y denota una impunidad grande que hace se resienta nuestra calidad democrática. Desde la dirección del P.P. siempre nos han dicho que se trata de casos aislados, de unos pocos. Nada creíble cuando es el mismo Partido quien está encausado en la financiación ilegal, y la existencia de una Caja B. El Presidente del P.P. dice no se enteraba de el uso y disfrute del dinero negro que ingresaban. ¿Entonces?, ¿cómo va a gestionar el dinero de los españoles un presidente así? Él, parece no se enteró con todas las fuentes de información que dispone como presidente. La mentira e incumplimientos se multiplican: El fiscal general del Estado, que es nombrado por el gobierno, no puede ser independiente, aunque el Gobierno diga lo contrario. Cuando el PSOE subió el I.V.A., el Sr. Rajoy lo criticó y cuando llegó al poder, no sólo no lo redujo, sino que subió el I.R.P.F., justificándolo para no subir el I.V.A. Aprobó el copago farmacéutico en función de la renta de los ciudadanos, incluidos los pensionistas, cuando prometió no hacerlo en campaña electoral. “El PP no pretende abaratar el despido, sino promover que el contrato indefinido sea la regla general”, dijo. Unos meses después, el Gobierno aprobaba una ley que establece el despido procedente con una Reforma Laboral sin precedentes; sin olvidar los constantes incumplimientos del déficit, la reforma de la Ley Electoral, deterioro de la libertad de expresión, o no tener inconveniente en firmar pactos que saben nunca van a cumplir.
Con este panorama, aún no sé cómo los señores de C´s, mantienen su apoyo a este Gobierno que utiliza las instituciones a su antojo y sin ningún rubor. En cualquier otro país democrático serio, no sólo habría habido dimisiones en bloque sino que, quizá, el partido político hubiera sido inhabilitado. Aún así, siguen contando con un apoyo importante en las urnas. ¿Temor a lo que pueda venir?, ¿miedo a la incertidumbre? No sé. Lo que sí sé es que la irresponsabilidad política y la impunidad, campan por sus respetos. Ahora toca rebelarse a los pensionistas que llevan 5 años soportando una miserable subida del 0,25%. ¡Ojo!, porque son 9 millones de votos.
Recordando el artículo que hace años escribí: “La mentira mata la verdad, mina las relaciones humanas y la dignidad de las personas. Los políticos y el Estado, no deben tener reglas morales distintas a las de la ciudadanía”. Un proverbio chino dice: “La primera vez que me engañes, la culpa será tuya, la segunda será mía”. A buen entendedor…….
Miguel F. Canser