Entrevista a Aurora Fernández, presidenta del AFA del CEIP Dulce Chacón
Esta mamá activista por la educación pública llegó a Rivas cuando tenía un año y medio. Ha crecido en sus coles. Tal vez, por eso tenía tan claro que “el mejor cole el de al lado de casa”. Aurora Fernández se enfrentó a los mismos problemas que todos los padres y madres ripenses cuando la Zona Única escolar de la Comunidad de Madrid les puso en la tesitura de elegir colegio para su hijo mayor.
Finalmente, fueron al CEIP Dulce Chacón, donde ahora es presidenta de la Asociación de Familias del Alumnado (AFA). Su participación allí no es inocente, es con premeditación y alevosía: pidió entrar en la AFA antes incluso de que entrara su hijo para conocer bien el centro y su comunidad educativa. “En la asociación me miraron raro cuando pedí entrar antes de tiempo”, recuerda Aurora.
Pregunta: ¿Qué preguntas te planteas al tener que escolarizar al pequeño, compartidas con las dudas de otras familias primerizas?
Respuesta: Leíamos bastante los foros de Rivas y teníamos claro que en Rivas los coles son buenos. En ese sentido, no estábamos muy preocupados.
P: ¿Qué preguntas os hacíais?
R: Yo iba al cole que está al lado de casa y eso me parece maravilloso, pero decidimos apostar por el cole que más nos gustara. Hicimos un baremo de cosas que valorábamos, para elegir la escuela infantil. Ahí fuimos muy exigentes, yo soy nutricionista e iba tachando todas las escuelitas en las que me decían que les daban “galletas”.
P: ¿Qué criterio recuerdas que fuera muy determinante para decantaros?
R: Pues la pregunta que siempre hacía es qué medidas tenían previstas en el centro contra el acoso escolar, cómo abordaban el bullying en el colegio. Las respuestas fueron bastante vagas, la mayoría de centros no tenían protocolos de prevención estandarizados, ni nada de eso. Al final, nos decantamos mucho por las sensaciones que nos daba el cole, le dimos mucho peso a cómo enfocaban por ejemplo el tema de los deberes (que no fueran una carga desproporcionada) y al entorno de los coles, si era un cole en el que todos podemos entrar o que solo hay un tipo de perfil demográfico, por decirlo así para que no suene mal. Por eso elegimos el Dulce Chacón.
P: ¿Por qué el CEIP Dulce Chacón, entonces?
R: Nos convenció que había una comunidad educativa muy cañera y que había niños de muchas nacionalidades. Sé que hay algunas familias para las que eso es un punto negativo, pero a nosotros nos parecía que era lo que se iban a encontrar si salían al mundo, que era positivo aprender que existe la diversidad…otros colores, otros acentos, otras formas de vivir, otros tipos de alimentación…
P: ¿Hay cierta xenofobia, consciente o inconsciente, a la hora de elegir los colegios?
R: Sí. O sea, estoy segurísima. Hay coles que están mal vistos (como el Dulce Chacón). Y coles en Covibar que no tienen problemas de plazas porque se solicitan menos. Y luego hay coles en las zonas en crecimiento que tienen problemas de plazas porque son zonas con más pisos, más gente nueva y menos infraestructura educativa.
P: En esta dinámica de elegir colegio, es determinante la existencia de la Zona Única, ¿cómo afecta?
R: Es un desastre. Yo vivo en La Luna y mis dos peques están los dos escolarizados en el pueblo. Eso es cierta elección nuestra. Pero a la mayoría de familias les viene muy mal, a mí me da mucha pena cuando tengo que coger el coche todas las mañanas y tardar 20 minutos en llevar a los niños al colegio. Yo era feliz cuando salía de casa y casi estaba ya en el cole. Si no tienes plaza en el cole de al lado de casa, te puede tocar en la otra punta de la ciudad.
P: ¿Cómo afecta, no solo a esa movilidad, a la conciliación vital y laboral?
R: Fatal. Imagínate 20 minutos mínimo de ida y otros tantos de vuelta, para luego llegar a tiempo al trabajo, donde no siempre dan muchas facilidades. Desde la AFA propusimos el tema de las rutas escolares, que está ahora poniéndose en marcha, y que puede ayudar al problema de movilidad que genera la Zona Única.
P: Entremos en eso, ¿cómo empiezas a implicarte en la Asociación de Familias del Alumnado (AFA) de tu cole?
R: Sabía que quería ir a ese cole. Y que cuando fuera a ese cole quería implicarme en el AFA, así que en la última asamblea del curso anterior al que entraba mi peque, les pregunté si podía meterme.
P: ¿Así que tú entras a participar en el AFA con premeditación, digamos, antes incluso de que entrara tu peque?
R: Sí, les pareció un poco raro pero me dejaron (se ríe). Creo que me llamaron “la infiltrada”. Pero nos sentimos muy bien acogidos. Cuando ves que tu peque de tres años se saluda con mucho cariño con peques de 11 años (y se llaman por sus nombres), piensas “qué guay es este cole, cómo se fomenta la convivencia”.
P: ¿Cómo afecta que haya ese tejido social, esa comunidad educativa en un cole?
R: (Se lo piensa) Para mí, es “seguridad”. Yo sé que si llego tarde un día a recoger a mi niño, pongo un audio de “mamá loca” en grupo de Whatsapp del cole y alguien me lo recoge. Eso me da muchísima tranquilidad y muchísima seguridad. Y aparte de eso, es muy divertido.
P: Otra cosa que influye mucho al elegir cole es que haya o no bilingüismo, ¿cómo ves esta situación?
R: Eso nos costó mucho decidirlo. Hablamos con amigos profes que están tanto en coles bilingües como no bilingües. Al final, apostamos por uno no bilingüe porque una amiga que es profesora de inglés nos aconsejó que nos quedáramos en uno no bilingüe, por la forma de evaluar de los bilingües, que parece que podrían estar bajando un poquito el nivel. Yo sí que había oído casos de peques a los que si les preguntas lo que han estudiado en inglés, lo saben, pero no te saben responder qué es eso en castellano. Nosotros consideramos que eso es un problema de base, de años de cómo en España hemos aprendido el inglés. Y si en casa no se habla bien inglés, no se puede apoyar a los peques en casa.
Es cierto que nosotros hablamos inglés, la tele en casa se pone en versión original, a veces les hablamos en inglés, favorecemos que si no aprenden tanto inglés en el cole, lo puedan aprender en casa.
P: Fíjate en que sois dos padres universitarios, que ambos habláis inglés. Y creéis que no podéis hacer el mejor acompañamiento si vais a un colegio bilingüe, ¿y una familia en la que no hay ese nivel educativo o de inglés?
R: Están perdidas totalmente. Esas familias lo pasan realmente mal. Si apenas sé explicarles el sistema digestivo a mis hijos, en español, ¿cómo se lo explico en inglés? La falta de vocabulario es tremenda.
P: Volviendo a la escolarización y a los centros escolares de Rivas, en general. ¿Qué conjunto de problemas engloban lo que se está llamando “emergencia educativa” por parte de la plataforma?
R: Muchísimos problemas. En nuestro caso, lo que supone vivir con obras: ruidos, polvo, maquinaria pesada pasando junto a los niños, espacios del patio cercados (y por tanto más pequeños). En nuestro caso, el curso pasado tuvimos un barracón con un cristal roto durante todo el curso. Y las vallas, cualquier niño se sube, parece que llevaran un cartel de “por favor, súbete aquí”. No parecía un entorno muy seguro.
P: Además de los barracones, ¿qué otros problemas habéis encontrado en el Dulce Chacón?
R: En invierno, hacía muchísimo frío, y en verano muchísimo calor. La AFA compramos junto al cole ventiladores. Porque el año pasado hubo varias familias que tuvieron que recoger a sus hijos con golpes de calor.
P: ¿Y las instituciones cómo responden a eso?
R: En la Comunidad de Madrid no dan respuesta. Hablamos con el colegio, compraron los ventiladores con nuestra ayuda y fue el Ayuntamiento quién los instalará, aunque no sea la función del Ayuntamiento, que solo tendría obligación de hacerse cargo del mantenimiento.
P: Al instalar los barracones en el patio, se reduce el espacio de recreo, ¿eso qué supone para los peques?
R: Más conflictos. Todo el mundo sabe que el roce hace el cariño, pero también el conflicto. Este año se está implementando un proyecto “Patios”. Se están poniendo como pequeñas estaciones para que haya variedad en los juegos, evitando que el patio se divida entre quiénes juegan al fútbol y quiénes no, permitiendo que roten y conozcan más opciones de juego.
P: Y se evita o previene la segregación de género en cómo ocupan los peques el espacio del recreo.
R: Claro, porque todo el mundo sabe que los que juegan al fútbol son los niños. Y las niñas, sentadas. Las niñas o todos aquellos otros peques que no les guste el fútbol, se sientan más torpes o no encajen por cualquier motivo.
P: Esta situación se produce por un cole que no llega y unos colegios existentes que acogen alumnado por encima de ratio. Estos coles cierran salas de música o salas de profesores, entre otros equipamientos, para poner más aulas normales y poder acoger a más alumnado. ¿Esto tiene algún perjuicio o es simple eficiencia del uso del espacio?
R: Hay muchas familias que no le dan tanta importancia, pero cuando los peques cambian de aula (para ir a la de música o a otra) eso les permite desconectar. Como cuando en el trabajo nos gusta ir al servicio o tomar un café, se nos olvida que los peques también necesitan esas pausas tras mucho rato sentados.
P: Justo hace un mes y poco, pedisteis más personal para atención especial dentro del centro. ¿Qué medidas estabais demandando?
R: Estábamos pidiendo un técnico de grado III, que es un técnico de contención. Nos han venido algunos peques con más dificultades: tendencia a escapar, no controlan esfínteres, no hablan… Estábamos buscando que nos aportaran un tipo de perfil que nos pudiera ayudar en estos casos. Ahora mismo el centro ha reorganizado a los profes para que haya personal doblado, para poder atender temporalmente esta situación y que haya un profe de apoyo siempre.
Conseguimos reunir 400 firmas en la petición registrada a la Comunidad de Madrid, la verdad es que la comunidad educativa se ha volcado con esto, estamos muy agradecidos. Pero la Comunidad de Madrid dice que cumplimos la ratio. El problema es que solamente ven números y no ven la gravedad de estas circunstancias.
P: Además de madre y activista en el AFA, eres nutricionista de profesión. Quería preguntarte cómo ha evolucionado el modelo de comedores escolares.
R: Por suerte, va mejorando, pero hay camino aún por recorrer. Lo que nosotros vemos es que hay un exceso de proteína animal y poca variedad en los acompañamientos vegetales. Y los alimentos ricos en hidratos de carbono, tipo cereales, suelen ser blancos (en vez de integrales). También hay coles en los que se dan yogures azucarados, zumo o fruta en almíbar de postre (exceso de azúcares). Y luego están los coles que abusan de la fritanga. La alimentación deja todavía que desear. Con los alérgenos no hay ningún problema y con veganismo o vegetarianismo depende del colegio. Y suele haber dieta sin cerdo para población musulmana, que no es exactamente lo mismo que la dieta halal o kosher, ni por tanto acorde con sus creencias.
P: La AFA del Dulce Chacón habéis destacado siempre por vuestra combatividad. En las protestas educativas, se ven pancartas con el lema de “maestra luchando, también está enseñando”. ¿Mamá o papá luchando, también están enseñando?
R: Yo creo que sí. Va bien para los pequeños que nos vean involucrados en la vida educativa. Que vean que para nosotros el cole es el sitio en el que tienen que estar, pero no estar por estar, no es una guardería, que es un sitio en el que aprenden. Y que luchamos porque estén bien cuidados, que aprendan y se diviertan. Eso nos da tranquilidad a nosotros y seguridad a ellos mismos.