Eligiendo colegios, eligiendo comedores

A la hora de escoger un centro educativo, uno de los aspectos a tener en cuenta es la calidad del menú escolar. Este debe seguir la normativa y estar firmado por un sanitario con competencias en nutrición, para poder garantizar que cumple con la proporción de nutrientes. De esta manera, si el niño presenta algún tipo de alergia, intolerancia o creencia religiosa, el menú estará adaptado para cubrir sus necesidades.

¿En qué hay que fijarse para poder valorar la calidad del menú?

Se puede solicitar al colegio un ejemplo de menú para ver la composición de sus platos, que debería tener una buena cantidad de verdura todos los días, ya sea como plato principal, guarnición o con ensaladas puestas en el centro de la mesa. Además, estará acompañado de un primer plato de arroz, pasta o legumbres y un segundo de carnes, pescados o huevos. La fruta será el postre principal, pudiendo ofrecer de manera excepcional un lácteo, frutos secos o zumo de frutas. Y no solo habrá que fijarse en la variedad de alimentos, sino también en que exista una variedad en la forma de cocinado y presentación, así como un bajo consumo de fritos.

Puede que asombre que si se consigue “el menú perfecto” no se vean fritos, postres dulces o productos muy procesados como pizzas o croquetas congeladas, pero hay que tener en cuenta que se trata de un centro educativo y como tal, enseña pautas nutricionales saludables a la hora de comer. El niño seguirá consumiendo esos productos fuera del horario escolar si así lo desean los padres, pero no ofrecerlos en los colegios es una buena manera de disminuir el consumo de alimentos que no aportan nutrientes interesantes.

¿Qué ocurre si el niño presenta alguna alergia, intolerancia o pertenece a un grupo religioso?

Estas tres condiciones están contempladas y el colegio deberá adaptar el menú en función de las necesidades del niño u ofrecer otra alternativa en caso de no ser posible. Así, los padres deberán informar al centro educativo para poder realizar la adaptación, pero si se trata de una alergia o intolerancia, será necesario un diagnóstico médico y un protocolo de actuación en caso de reacción alérgica. Pedir el diagnóstico médico es otro aspecto que llama la atención, pero es importante indicar que no es porque el colegio quiera poner algún tipo de impedimento, sino porque la Ley así lo indica.

¿Y qué ocurre si el niño no quiere consumir ciertos alimentos por motivos éticos?

Aquí entrarían las dietas vegetarianas y veganas, con dos grandes problemas. Por un lado, el colegio no está obligado a adaptar el menú cuando se trata de motivos éticos y, por otro lado, las guías actuales en las que se basa la elaboración de menús escolares no contemplan a las legumbres como alimento proteico. Es muy común encontrar que los colegios que sí ofrecen la posibilidad de menús vegetarianos o veganos tengan una gran presencia de huevo o carezcan de alternativas a la proteína los días que, en el menú omnívoro, no se consuman legumbres.

Como “buena noticia”, comentar que en septiembre de 2022 se hizo una actualización sobre la normativa a seguir en los comedores escolares. En un futuro próximo se tendrá en cuenta los motivos éticos como un aspecto más a la hora de elaborar los menús, así como otras mejoras nutricionales (uso de sal yodada, pan o cereales integrales…). De momento está en Proyecto de Real Decreto, por lo que hay que seguir esperando.

Así, si el colegio elegido no ofrece esta alternativa en el menú escolar, existen asociaciones que ayudan y orientan a las familias a conseguir dicha adaptación. De ámbito nacional, se puede contar con el apoyo de la Plataforma ESVECO, con guías elaboradas para los caterings y comedores escolares o las familias, además de acompañar a los padres en todo el proceso.

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