OPINIÓN

Artículos de Rocío Gallego-Largo sobre referentes culturales.

El sueño de la razón. Goya y Antonio Buero Vallejo

Francisco de Goya (1746- 1828) uno de los grandes genios de la pintura del S.XIX, expresaba su aversión ante el régimen absolutista de Fernando VII. Llegando a ser pintor del monarca, retrata a este último, así como a su ministro, el Duque San Carlos, sin olvidarse de retratar a la nobleza, burguesía y miembros de la Familia Real de la época.

A partir de 1810 a Goya le marcara en su pintura los fusilamientos de dos de Mayo que más tarde se reflejara en sus “pinturas negras” que son aquellas en las que se considera que representa el enfrentamiento civil entre españoles. En ellas conectan temas como el tiempo, la muerte, la presencia del demonio, la religión, la vejez, sin establecer un carácter cerrado, aunque si un predominio temático sombrío no vinculante entre las escenas pintorescas.

Resulta fascinante las grandes obras de Goya y sus “pinturas negras” que tan poco éxito tuvieron en su momento. Lo que nos lleva a formularnos nuevas preguntas.

“El sueño de la razón produce monstruos”

Una obra a destacar es, “El sueño de la razón produce monstruos”. En ella, mediante la técnica del grabado, Goya representa a través de esta técnica, lo que denominaría el maestro “los monstruos de la sociedad”, donde se hace eco de inquietantes y bellos animales representado en el dibujo, como son: la lechuza, búhos, linces, del imaginario conectado con uno menos onírico y fantasioso.

Esta obra es de la colección de los “Caprichos”. Ya explicado anteriormente, se muestra al autor poseído por el sueño y desposeído de la razón. Una razón sombría, donde parece ofrecer un mundo de pesadilla, expresión en que la razón se halla dormida, antítesis entre fantasía y razón.

Expresa el oscurantismo, emanando un mundo ilustrado en que los monstruos nocturnos perturban la mente goyesca, creando visiones grotescas y tenebrosas. ¿Cuál es el lenguaje de esta obra? ¿Que nos quieren decir sus monstruos tétricos?

Aparecen ejemplificados con una secuencia de acontecimientos que determinan la creación de los “Caprichos” y revela los murciélagos y lechuzas con un aspecto tétrico, sobrevolando su mente; y el lince mira desafiante reflejando el claroscuro de la pieza artística. Nos muestra, además una imagen desesperanzada del autor, en el que quizás afloran sentimientos de clase irracional. Parece que el mismo Goya hace una revelación de su mundo interior y como las fantasías que el mismo llega a reflejar llega a desembocar en un paisaje onírico trasnochado. Es el para sus sentidos, su yo para sus fantasías, para su atmósfera grotesca.

“La fantasía abandonada a la razón produce monstruos»

Una frase que evidencia la técnica de Goya es “La fantasía abandonada a la razón produce monstruos: unida con ella es madre de las artes y origen de las maravillas”.

Desde el punto de vista filosófico, Immanuel Kant como gran pensador ilustrado, expone desde un punto de vista dogmático una verdad y como transciende al ser humano que se concibe, pues ambos ilustradores son grandes genios del humanismo, integrando los valores humanos a través de la corriente greco latina, el llamado “studio hummanitatis”.

Todavía, una relación mayor podemos verlo a través de lo que es la pretensión de alcanzar el conocimiento, ante una realidad trascendente que están más allá de nuestra experiencia y que en Goya, queda perfectamente retratado en su obra.

El periodo de Goya coincide con aquellos clásicos en que tuvo lugar el periodo de la Ilustración, entre ellos, el mentado, ¿pudieron llegar a conocerse?. Son muchas las cuestiones que surgen entre el filósofo y el pintor tanto a nivel artístico como literario, es decir, humanista.

Mencionar a Goya es sin duda hablar Antonio Buero Vallejo. ¿Qué conexión tienen Antonio Buero Vallejo y Goya?

¿Qué conexión tienen Antonio Buero Vallejo y Goya?

Ambos pintores, humanistas, aunque Antonio Buero Vallejo se encaminara hacía el teatro como dramaturgo, siendo esta faceta la más desconocida de Goya.

Para Buero Vallejo, las obras de Goya como “Pinturas negras”, dibujan escenas pictóricas creando una atmósfera quizás opresiva, pero, el mismo Buero Vallejo es conocedor de la amplitud de posibilidades que ofrecen sus creaciones artísticas para la representación teatral.

Relativa a la última época de Goya, en especial los “Caprichos” y las mentadas “Pinturas negras” han supuesto un movimiento con un contexto y visión reformista del paradigma cultural de la época de índole ius filosófico. “El sueño de la razón”, es elegida por Buero Vallejo para representar las obras más oscuras, trágicas como motivo central para la escenificación dramática de la obra.

Buero Vallejo escoge los cuadros de Goya, que no es una mera representación sino, que da soporte a la escenificación dramática, destacando la importancia de llevarlos a escena con una perspectiva donde materializa la exposición pictográfica del oscurantismo, con un fuerte simbolismo de los personajes retratados por el artista, en el que puede percibirse la soledad, la angustia, la oscuridad, la desesperación, con cierto grado de hostilidad.

Revolución social de la época

Es la capacidad de Goya de expresar con detalle el terror y los desastres de su tiempo creando una dimensión antitética del arte normativo. Buero Vallejo, en este sentido, pretende llevar con una mirada introspectiva a través del teatro la profundidad de las obras goyescas, pero rompiendo con ello para el espectador, un sentido de reflexión, denuncia y crítica, sumergiéndose en las emociones más profundas del pintor español y, con el contexto político del régimen absolutista de Fernando VII.

En definitiva, ambos artistas suponen una revolución social de la época, que en Goya se refleja a través de sus grabados y que el mismo Buero Vallejo rescata para trasladarlos por el fuerte simbolismo que los mismos representan y llevarlos a escena con el proceso teatral y con esa influencia histórica entre ambos, con temas políticos, e históricos llenos de contradicciones que quedan correlacionados entre los autores y sus géneros, así como su conexión fundamental con un sentir dramático con una puesta en escena que marca una revisión, una relación con una inmersión tanto de los personajes del propio Goya como de los representados teatralmente por el propio Buero de éste.

Son sentidos dramáticos, expuestos por ambos humanistas, que suponen una visión reflexiva tanto hacía el espectador como a la sociedad de la época.

El sueño de la razón es una pieza artística que ha supuesto un legado por parte de los artistas mentados, pero, ¿qué distancia hay entre el espectador y la obra?, ¿Qué lleva al espectador a adentrarse en el mundo interior escenográfico de las grandes piezas de Goya que Buero representa majestuosamente?

Estas, y otras muchas preguntas atienden a una perspectiva metafórica en el momento más oscuro del pintor, por su vanguardismo artístico de profundo impacto en la historia del arte.

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