Los mosquitos responsables de transmitir la malaria en África propagan más profundamente en el sur de África y a lugares más altos que los registrados anteriormente debido al cambio climático, que elevará el riesgo de contraer esa enfermedad.
Así lo sugiere un equipo de científicos del Centro Médico de la Universidad de Georgetown (Estados Unidos) en un estudio publicado este miércoles en la revista ‘Biology Letters’.
Los investigadores creen que las poblaciones de mosquitos ‘Anopheles’ en el África subsahariana han ganado un promedio de 6,5 metros de elevación por año y los límites del sur de sus rangos se movieron al sur del ecuador en 4,7 kilómetros anuales.
«Esto es exactamente lo que esperaríamos ver si el cambio climático está ayudando a estas especies a llegar a partes más frías del continente», indica Colin Carlson, profesor asistente de investigación en el Centro para la Ciencia y Seguridad de la Salud Global en el Centro Médico de la Universidad de Georgetown y autor principal del estudio.
Carlson añade al respecto: «Si los mosquitos se están propagando a estas áreas por primera vez, podría ayudar a explicar algunos cambios recientes en la transmisión de la malaria que, de otro modo, han sido difíciles de rastrear hasta el clima».
El mundo es al menos 1,2 grados centígrados más cálido que en el período preindustrial. En 2011, los científicos estimaron que las especies terrestres se movían cuesta arriba a una velocidad de 1,1 metros por año y hacia latitudes más polares a 1,7 kilómetros por año, lo que hace que el movimiento de los mosquitos sea relativamente rápido.
Los investigadores se centraron en los mosquitos del género ‘Anopheles’ tanto por su capacidad de propagar la malaria como por un conjunto de datos históricos únicos que rastrean sus movimientos.