Mediante lo recaudado a través de los impuestos, los gobiernos atienden los costes de todos los servicios necesarios en la vida cotidiana de toda la ciudadanía. Los impuestos son el método más eficaz de redistribución de las rentas percibidas por los distintos individuos de una sociedad. Desde los planteamientos de cualquier gobierno sensato y en justicia, los impuestos deberán ser progresivos, quiere decir que los que más tienen sean los que más paguen. Esto no siempre ha sido, ni está siendo así, tanto la crisis del 2008 como toda la presión impositiva habitualmente, quienes la soportan son los más pobres, reduciendo aún más su capacidad adquisitiva y hundiéndose cada vez más en la miseria. En los últimos años, esta situación regresiva en la calidad de vida, ha absorbido también a algunas clases medias.
Ejemplos de las políticas de derechas son las que aplican y pretenden seguir imponiendo los gobiernos de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid.
El Ayuntamiento de Madrid inició el pasado 26 de marzo una rebaja fiscal a los impuestos locales, que deberá ser aprobada en el pleno de junio. El Ayuntamiento de Madrid presenta esta rebaja del Impuesto de Actividades Económicas para empresas que ejerzan actividades de especial interés o utilidad municipal, en la que incluye a las casas de apuestas y bingos.
La rebaja, de un 25% en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), se ofrece con la condición de que las empresas mantengan el empleo. Además, las empresas que facturan menos de un millón de euros ya están exentas del IAE, por lo que esta ayuda solo beneficiará a aquellas empresas que sí superen esa cantidad y que no pertenezcan a grupos empresariales más grandes. Por lo que no parece que los comercios más pequeños vayan a poder acogerse a esa medida que, según los cálculos del propio Ayuntamiento, beneficiará a 15.000 empresas.
“¿Bajar los impuestos? Para mí es un no rotundo. La crisis sanitaria ha demostrado que cuando bajas los impuestos tienes menos dinero para invertir en educación o en sanidad”, argumenta Santiago Lago, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo. “Con el déficit de un país como España que tiene una estructura federal, tiene que haber una coordinación, si no, no se sostiene que Madrid o Cataluña bajen los impuestos y los demás lo suframos, porque entonces vendrá Europa, y nos subirá la prima de riesgo, y no puede ser” continúa el catedrático. “Con la deuda hay que pensar en términos globales, porque nos genera un problema a todos”.