Un autobús escolar repleto de niños de uno de los colegios de Rivas recibe el impacto de una pedrada desde uno de los puentes de la A3
La Policía Nacional investiga los lanzamientos de piedras a vehículos desde puentes peatonales de la A-3 ocurridos en los últimos días, en el tramo que discurre entre la M-40 y la M-50. La alarma saltó el pasado domingo cuando un coche recibió el impacto de una piedra a su paso por la pasarela situada en el área de Valdemingómez. Solo un día después, un segundo pedrusco cayó sobre un autobús escolar a la altura del kilómetro 7 cuando regresaba de una excursión repleto de niños. Aunque en ambos casos no hubo que lamentar heridos, los conductores avisan de la peligrosidad de unos hechos que se repiten con asiduidad. Ya hay varias denuncias.
Tanto el conductor, como las profesoras que acompañaban a los niños en el autobús, llegaron al cole con un elevado estado nervioso. Así como los propios niños muy asustados, porque el autobús tuvo que parar para comprobar los daños.
Dentro de esta última oleada, el episodio más grave tuvo lugar el lunes por la mañana. Poco antes de alcanzar el barrio de Santa Eugenia, un autocar se vio obligado a detenerse en la mediana de la calzada tras el lanzamiento de una pedrada. El vehículo, que circulaba en dirección a Rivas-Vaciamadrid, reanudó la marcha una vez el chófer y los profesores que acompañaban a los alumnos comprobaron que todo el pasaje estaba bien. De inmediato, los hechos fueron puestos en conocimiento de la Policía.
Otros, en cambio, consideran que el único motivo atiende a una macabra diversión que ha llegado demasiado lejos. Autobuses interurbanos como el 334, que cubre la ruta entre Conde Casal y el pueblo de Rivas, también han recibido este tipo de impactos.