A vueltas con los Cometas

A vueltas con los Cometas

Estoy escribiendo a finales de diciembre y dentro de pocos días una parte importante de la cristiandad celebrará la fiesta de los “Reyes Magos” que conmemora un extraño suceso relatado por los evangelios cristianos: la llegada de un cometa precediendo a unos “magos de Oriente” hacia el país hebreo donde había nacido un singular niño que haría historia.

La controvertida llegada de este astro ha hecho correr ríos de tinta preguntándose si tiene o no respaldo astronómico. En mi opinión SÍ, pero por una sencilla razón: “Los cometas no son un acontecimiento que podamos llamar único o extraordinario sino muy normal”. Si pudiéramos hacer un listado de todos los cometas que se han visto desde el año cero, tendría muchas líneas de texto.

Quizás el tema de discusión es si fue o no fue el Halley, ese amigo nuestro que nos visita una sola vez en la vida. Pero… ¿Qué más da? Hoy ya no creemos que los cometas sean precursores de malas noticias ni de malos augurios, sino que además… ¡los visitamos!

Sin ir más lejos, en este año, el Centro de Planetas Menores, de la Unión Astronómica Internacional confirmó que en Enero, fue visto un cometa por astrónomos del Observatorio de la Academia de Ciencias de China. Dicho astro, bautizado como C/2023 A3 se dirige ahora mismo hacia el Sol, aumentando su brillo rápidamente. El año que viene se podrá ver a simple vista desde la Tierra entre los meses de Septiembre y Octubre, cuando se sitúe a 51 millones de kilómetros de ella.

Como veis, nada extraño. Estos cuerpos, situados en los que se conoce como la “Nube de Oort” son restos de la formación de nuestro Sistema Solar que no pudieron aglomerarse ni situarse para formar planetas y fueron “arrojados” a una órbita muy lejana por las leyes de la gravedad. Hoy día muchos han abandonado la “nube” para orbitar nuestro astro Rey.

Pues bien, quiero hacer un breve espacio para que veamos cuáles han sido algunas de nuestras “visitas” a estos compañeros de viaje y cuáles han sido los objetivos y lo haré en orden inverso de antigüedad, es decir, empezando por el último y así hasta llegar al…por ejemplo a los años 80 (Cuando hablemos de “perihelio” se refiere al punto más cerca del sol y afelio” al más alejado).

Descubierto por dos astrónomos ucranianos el 11 de Septiembre de 1969 desde Kazajstán, el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko fue explorado en 2015 por la sonda espacial Rosetta. Con un período de 6.4 años, el perihelio del 2 de noviembre de 2021 fue a 1.21 UA (Una UA son 150 millones de km) del Sol y máxima aproximación a la Tierra el 12 de noviembre de 2021 a 0.42 UA. Su máximo brillo fue en diciembre de 2021 con magnitud 8.5 visible con prismáticos desde todas las latitudes. La sonda Rosetta, de la Agencia Espacial Europea (ESA), tuvo la misión de orbitar y estudiar en profundidad el cometa cerca de Júpiter, con el objetivo de tratar de comprender el origen de los cometas, así como su papel en la evolución de la vida en el Sistema Solar. Tomó esta fantástica fotografía (2).

El 4 de Noviembre de 2010 el cometa 103P/Hartley, descubierto por el astrónomo Malcolm Hartley en 1986 desde Australia, fue alcanzado por la sonda Deep Impact en una de sus órbitas de 6 años y medio alrededor del Sol. Fue visible en las constelaciones de Casiopea, Perseo y Auriga, a simple vista a mediados de octubre del mismo año, con cielos oscuros. Alcanzó su mínima distancia a nuestro planeta el 20 de octubre a tan solo 0.12 UA (unos 18 millones de km). La fotografía que obtuvo la sonda es espectacular (3).

La labor desarrollada por esta sonda fue realmente impresionante. Lanzada en Enero de 2005 fue al Encuentro del cometa P/Tempel 1, descubierto en Abril de 1867 por el astrónomo alemán Ernst Wilhelm Leberecht Tempel. El cometa tiene un período de 5,58 años con perihelio el 2 de Agosto de 2016 a 1,5 U.A. del Sol.

El 4 de Julio de 2005 la sonda Deep Impact de la NASA lanzó un proyectil que impactó contra su superficie. Los telescopios espaciales observaron el impacto que hizo aumentar el brillo del cometa unas 30 veces levantando una nube de gas y polvo que se extendió unos 1800 km. La fotografía (4) muestra esta impresionante colisión.

A diferencia de las misiones de sobrevuelo cometario anteriores, como Vega 1 y 2 (Rusia al cometa Halley), Giotto (También al Halley en 1986 y al cometa Grigg-Skjellerup en 1992) y Stardust (Cometa Wild 2), la nave espacial Deep Impact estaba destinada a estudiar la composición interior de un cometa mediante el despliegue de una sonda de impacto que colisionaría con su objetivo.

Hemos visto en estos pocos ejemplos, que la aparición de cometas es bastante normal. Es raro que no se acerque al menos uno al año, pero a veces no es posible observarlo a simple vista o incluso estando cerca porque aparece por el hemisferio distinto al que habitamos. Así pasó con el Halley la última vez que pasó.

No obstante, sigue siendo hermoso admirar, al menos una vez al año esta bella obra de arte del pintor Giotto di Bondone, en cuyo honor se denominó la sonda que visitó al Halley (quizás el cometa de la parte superior central de la pintura).

Feliz Año 2024 a todos.

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