Lynx, Hay que ser un “Lince”, para poder verla.

Como os decía en anteriores artículos, las constelaciones circumpolares, a excepción de la Osa Mayor y Casiopea, son muy débiles. Lynx, es tan débil que su nombre (Y no es broma), se refiere a la agudeza visual que hay que tener para poder distinguir sus estrellas.

Tal es así que, aunque sea circumpolar, es preferible verla en invierno, donde el cielo es más claro por la baja temperatura y eso sí, en ausencia casi total de luces artificiales. El Lince podríamos decir que se encuentra entre la Osa Mayor y Auriga.

De todas las estrellas, la única que tiene una letra de Bayer, el creador del Atlas Uranometría, es la Alfa lyncis (Genitivo de Lynx), estrella gigante naranja de magnitud 3,14. La figura del Lince se forma con esta estrella y las siguientes: 38 lyncis, 10 UMa y 31 lyncis.

Entre los objetos de “cielo profundo” podemos citar al cúmulo globular NGC 2419, que es uno de los más lejanos (Unos 300.000 a-l) y por lo tanto muy poco visible. Algo ayuda a que es muy grande, y con un buen telescopio de aficionado, se puede llegar a observar.

Hay una galaxia espiral, NGC 2500 que es muy parecida a la Vía Láctea, está situada a 30 millones de a-l y presenta una barra como nuestra Galaxia. Esta galaxia pertenece al Grupo Local. Adjunto una foto del Hubble.

Otra galaxia espiral, pero muy “de canto”, es la NGC 2683, situada a unos 16 millones de a-l y que se la denomina UFO por su parecido a un “platillo volante. La galaxia es muy pobre en hidrógeno y de ahí su baja formación estelar. Adjunto una increíble foto del Hubble.

Y poco más se puede contar de esta constelación. Decir que en el fondo del espacio existen muchas galaxias en ella, pero son tan lejanas que solo los grandes telescopios espaciales pueden llegar a tener imágenes realmente resolutivas.

Hay quien se ha puesto a construir líneas entre las estrellas de Lynx y realmente ha hecho un buen trabajo, ya que hacer un lince entre tantas estrellas de fondo es bastante difícil. Os la adjunto para que veáis el trabajo tan bien “currado”.

Esta imagen os servirá de guía por si el próximo invierno queréis observar esta constelación, primero con prismáticos y luego con telescopios, con ocular de 20 mm. Si lo lográis tendréis “vista de lince” y podréis seguir…             ¡!Mirando al Cielo!!

Manuel Manero

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