En la cresta de la quinta andanada del Covid, el virus ha vuelto a encontrar un resquicio por el que volver a colarse en quince centros de mayores de la región.
Ya ascienden a 162 los casos notificados por la Consejería de Familia, Juventud y Política Social. De ellos, 113 son residentes de seis centros distintos y los 49 restantes se detectaron entre el personal que les atiende en un total de quince centros.
Ante estas circunstancias, la Comunidad de Madrid se vio obligada a activar el protocolo que impide las visitas de los familiares de los usuarios. Por este motivo, los centros que permanecen cerrados son los de Sagrada Familia (Chamartín), Concesol (Ciudad Lineal) y Nuestra Señora del Pilar (San Blas-Canillejas), en Madrid capital; La Ermita, en Parla; Getafe Alzheimer, en la localidad homónima e Isla Taray, en Morata de Tajuña.
El casi medio centenar de trabajadores afectados pertenece a los centros de Ballesol, en Pozuelo; Rafael Alberti (Moncloa-Aravaca); Los Nogales Vista Alegre (Carabanchel), donde ha resultado contagiado un estudiante en prácticas; Amavir (Ciudad Lineal);San Juan de Dios, en El Álamo; Geriatel, en Rivas-Vaciamadrid; Reina Sofía, en Las Rozas;Sotofresnos, en Soto del Real;Nogales Imperial (Arganzuela);Vitalia, en Leganés; Amavir, en Colmenar Viejo;Peñuelas (Arganzuela);Manuel Herranz, en Pozuelo de Alarcón; Madrid Sur (Puente de Vallecas) y Nuestra Señora del Pilar (San Blas-Canillejas).
Aunque ninguno de los casos es grave, según subrayan desde la Comunidad de Madrid, los más perjudicados son, precisamente, los trabajadores, que carecen de inmunidad ni protección alguna puesto que, pese a ser un colectivo prioritario en la vacunación, rechazaron las inyecciones.
Por fortuna, los residentes permanecen estables, con síntomas leves o moderados. Hasta el momento no se ha notificado ninguna defunción por esta causa a lo largo de la quinta ola. Ante esta situación, los ancianos permanecen aislados a la espera de contener el brote en los próximos días.