MARZO MUJER

Verónica Ruano de Raíces Psicología

“Todavía las mujeres son las que llevan la carga mental de tomar las decisiones sobre crianza y la educación”

En 2015, mientras trabajaba a media jornada para otra empresa, Verónica Ruano adaptó un piso como despacho para empezar a pasar consulta. Fue el germen del  Raíces Psicología (c/ los Astros, s/n, local bajo), que hoy cuenta con un equipo de profesionales que dan soporte psicológico y emocional a lo más importante de las familias ripenses: sus hijos e hijas.

Ella lidera un proyecto que ha levantado con esfuerzo, trabajo y algunos momentos de soledad. Aun así, cuenta que en más de una ocasión siguen preguntándole dónde está el jefe. Estas situaciones no han hecho que dé ni un paso para atrás, pero sí le han suscitado muchas reflexiones: “A veces veo a hombres teniendo que demostrar que ellos mandan, quizá por miedo a mostrarse inseguros. Yo no tengo que mantener una imagen de poder que no me representa, ni quiero y eso me hace más libre”. 

Charlamos con ella sobre mujeres y proyectos empresariales a través del test Zarabanda.

¿En qué año empezaste tu negocio en Rivas? ¿Con qué recursos contaste?

Empecé el proyecto en 2015. No tenía recursos de ningún tipo al principio. Como no tenía dinero para montar un centro en un local, empecé mi actividad en un piso que pude adaptar como despacho profesional para pasar consulta y a la vez lo compaginaba con otro trabajo a media jornada como psicóloga para poder asumir los gastos.

En este caso, ¿montaste sola el negocio?

Sí, empecé sola y hasta el primer año no pude permitirme crecer lo suficiente como para contar con equipo. Al principio lo hacía todo yo.

¿Por qué decidiste montar un negocio?

En mi caso no tenía en mente montar un negocio como tal, me encantaba la psicología infanto-juvenil, pero no me gustaba cómo se abordaba desde otros centros donde había trabajado el trato a la infancia. Quería tener un espacio propio en el que poder trabajar con mi propia metodología.

Además, las condiciones laborales que tenía en otros empleos como psicóloga eran bastante precarias, por lo que tenía muy poco que perder en ese sentido y muchas ilusión porque el proyecto de Raíces funcionara.

¿Por qué elegiste Rivas?

Soy vecina de Rivas. Es mi barrio, donde he nacido y crecido. Nunca me planteé comenzar en otro sitio. Actualmente el proyecto ha crecido y tenemos otro centro también en Parla.

¿Qué dificultades encontraste? ¿Y qué ventajas?

Cuando empiezas desde cero hay muy pocas puertas que se abran, aunque llamaba a muchas. Me sentí muy sola al principio, porque no existen redes de apoyo para el tejido emprendedor y los espacios que encontraba no encajaban con la idea que yo tenía de proyecto. No quería un negocio que maximizara el beneficio a toda costa, sino un espacio de calidad para familias en el que poder crecer manteniendo la esencia de lo que era Raíces y me tocó aprender mucho sola.

Como ventajas de estar en Rivas para mí, fue la red de apoyo que tengo, mi familia, amigos, relaciones sociales y laborales previas que me ayudaron mucho en mis inicios: recomendando un proyecto que no conocía nadie, apostando por mí y confiando en que pudiera trabajar con sus peques cuando había alguna dificultad…

¿Te has encontrado con machismo en tu día a día por el hecho de ser mujer y liderar tu propia empresa?

Me han expresado sorpresa al llegar a reuniones después de cerrar acuerdos por correo electrónico, cuando ven que soy una mujer. En más de una ocasión me han preguntado por el jefe, ya que querían asegurar que la persona que tomaba las decisiones finales estaba de acuerdo, como si ni siquiera fuera una opción que yo fuera esa persona. También en entrevistas de trabajo para contratar personal me han insistido en si yo era la persona responsable o después tendrían otra entrevista con el director.

Algunas mujeres apuntan a que la conciliación es una quimera…

La conciliación es muy complicada porque la crianza durante los primeros meses es prácticamente incompatible con el trabajo. Y durante los primeros años se necesita mucha presencia y cuidados.

Necesitamos políticas que apuesten por la crianza y la maternidad, teniendo en cuenta las necesidades de las madres y las criaturas.

De manera personal, la conciliación es complicada por todas las responsabilidades que conlleva coordinar un proyecto que ha crecido más de lo que imaginé en un primer momento. Sí apostamos por mantener jornadas de 4 días semanales y flexibilidad de horario que hagan posible la conciliación, aún así seguimos sintiendo que socialmente se ofrece maternar a cambio de renuncias laborales.

¿Crees que las mujeres, por nuestro propio contexto, dirigimos las empresas de manera diferente?

Si nos referimos de manera concreta a ser mujer y liderar, creo que nunca he tenido miedo a perder un poder que la sociedad no me ha dado. A veces veo a hombres teniendo que demostrar que ellos mandan, quizá por miedo a mostrarse inseguros. Yo no tengo que mantener una imagen de poder que no me representa ni quiero y eso me hace más libre.

Por ello siento que tengo, por ejemplo, una mayor capacidad para compartir las decisiones sin sentir que estoy perdiendo autoridad ni control, como en ocasiones se viven las relaciones de poder en las empresas.

En Raíces apostamos por la continua revisión, nos cuestionamos mucho, invertimos en formación, en supervisiones conjuntas y apostamos por compartir las decisiones importantes como equipo.

Hemos hablado de tu función como empresaria, ¿pero tus clientes son mayoritariamente mujeres?

Más del 90% de nuestras primeras llamadas son realizadas por mujeres, por madres, de manera concreta.

Nos dirigimos a población infanto-juvenil y familiar y todavía las mujeres son las que llevan la carga mental de tomar las decisiones que tienen que ver con la crianza y la educación, incluso en cuestiones tan importantes como conocer el espacio de psicología donde quieres trabajar con tus peques.

Igualmente, colaboramos con coles, escuelas infantiles y AFAs del municipio y la mayoría son mujeres que dedican parte de su tiempo libre a apostar por formación en sus centros y a conocer cómo podríamos ayudar con dificultades que puedan estar encontrando, de nuevo son madres y educadoras poniendo los cuidados en el centro.

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