La hostelería puede desempeñar un papel importante en nuestra alimentación diaria, especialmente si tenemos la necesidad de comer fuera debido al trabajo. Los establecimientos tienen la responsabilidad de ofrecer opciones alimenticias que satisfagan a la mayoría de las personas, no solo por sus gustos o preferencias, sino también para promover una alimentación equilibrada y saludable. En los últimos años, la creciente concienciación sobre la salud y el bienestar ha impulsado a los restaurantes a adaptar sus menús para responder a esta demanda. Hoy en día, es más fácil encontrar en los menús del día opciones de verdura, pescado e incluso alternativas vegetarianas.
Los consumidores actuales están más informados y preocupados por los efectos de la alimentación en su salud. De este modo, muchos establecimientos han comenzado a incluir opciones más saludables, platos ricos en nutrientes y preparados con ingredientes de mejor calidad. Es cada vez más común encontrar opciones veganas, vegetarianas e incluso libres de gluten, permitiendo a los clientes con distintas preferencias encontrar opciones adecuadas.
Una manera de mejorar los menús del día sería ofreciendo la información detallada sobre el contenido nutricional de los platos, permitiendo a los clientes tomar decisiones informadas. Además, adoptar practicas de “kilómetro cero” contribuiría a la sostenibilidad, reduciría la huella de carbono y apoyaría la economía local. Esto no solo mejoraría la frescura y el sabor de los alimentos, sino que también podría beneficiar a los establecimientos al atraer a un público más amplio y diversificado. Al incluir opciones más nutritivas y mostrar un compromiso visible con la salud, los restaurantes podrían mejorar la fidelización de los clientes.
Implementar estas medidas conlleva ciertos desafíos. Es importante que el personal, tanto de sala como de cocina, esté bien formado en las medidas necesarias para gestionar alergias o celiaquía/sensibilidad al gluten. No se trata solo de cocinar sin ciertos alimentos, sino de evitar la contaminación cruzada. En el caso del gluten, por ejemplo, es crucial tener un área separada y usar utensilios diferentes. Por ello, muchos restaurantes han optado por colaborar con nutricionistas y/o dietistas, quienes no solo pueden formar al personal en la gestión de alérgenos, sino también promocionar los beneficios de los platos saludables ante los clientes.
Aunque no todo es tarea de los restaurantes. Nosotros, como clientes, ¿cómo podemos optar por platos saludables? Es importante llegar al restaurante sin demasiada hambre, ya que comer rápido puede llevarnos a excedernos. Masticar bien y comer con calma es fundamental para reconocer nuestro punto de saciedad. En cuanto a la elección de los platos, es preferible optar por opciones a la parrilla, al horno o al vapor, dejando los fritos o empanados para ocasiones especiales. Elegir proteínas magras como pollo, pavo o pescado, así como opciones vegetales como el tofu o las legumbres, es una buena estrategia. Las legumbres, en particular, son ricas en hidratos de carbono y proteínas, por lo que son una excelente opción. Si el plato incluye salsa o aderezo, pide que lo sirvan aparte para controlar la cantidad. Cuántos más vegetales haya en el plato, más beneficioso será, ya sea como ensalada o como acompañamiento. Si puedes elegir cereales integrales, hazlo, ya que aportan más fibra y son más nutritivos que los refinados. Y para beber, la mejor opción siempre será agua.
Recuerda que, independientemente de las decisiones que tomes al elegir tu plato, lo más importante es comer de manera consciente y disfrutar cada bocado.