Sesión doble en esta recomendación de Mr. Bela Vhista para quienes no quieran ver las mismas películas navideñas de siempre.
Permítanme invitarles a otra sesión de cine retro, otro viaje a esos programas dobles de pequeñas joyas inesperadas que espero que les hagan vivir una agradable tarde. Así que cojan sus golosinas, tomen posesión de su butaca virtual (y si es con amigos, mejor, siempre es mejor con amigos) y, apagando las luces, entren en esta sala imaginaria llena de aroma a eucalipto (como el perfume que asociamos a las añoradas salas de barrio).
Las dos películas que les recomiendo hablan de sueños. Una en su vertiente fantástica y la otra en la de aspiración a un futuro mejor.
La primera es “La Gran Huida” (Desafortunada traducción de “Dreamscape” en el original), una cinta muy desconocida por el público en general. La trama trata de un joven (Dennis Quaid en unos de sus primeros papeles de importancia) con un don muy especial, ya que puede meterse en los sueños de los demás. Habilidad que utiliza para ayudar a curar los traumas de personas enfermas.
Esta labor la realiza en una fundación que abandona, pues nuestro protagonista es un alma libre que prefiere utilizar sus poderes para otros menesteres más mundanos como sacarse unos billetes para sus vicios. El mejor héroe es el que no quiere serlo hasta que no tiene otra opción. En este caso es una conspiración que puede acabar con el mundo (literalmente). Lo malo es que no es el único con ese poder onírico…y ahí lo dejo, para que descubran la historia por si mismos (No como esos malditos tráileres que últimamente te lo cuentan todo dejando la única pregunta de «¿logrará vencer nuestro protagonista?»; no me quitan el sueño porque ya sé la respuesta y para eso no voy al cine; no quiero que me masquen la película y me la regurgiten en la cara).
Aparte de la gran actuación de Quaid hay que resaltar las de Christopher Plummer y Max Von Sydow, garantes de calidad, y de una joven Kate Capshaw antes de acompañar a Indiana Jones en el Templo Maldito. Una última cosa, van a darse cuenta de que esta película es precursora de muchas posteriores como Origen, Dark City y Matrix, aparte de la coetánea Pesadilla en Elm Street.
La segunda es “Tucker un hombre y su sueño” dirigida por una tal Francis Ford Coppola y producida por un amiguete llamado George Lucas. Una película que tiene mucho de autorreferencial, ya que el protagonista (Un Preston Tucker interpretado con vigor jovial por Jeff Bridges) y Francis Ford Coppola comparten el mismo espíritu de lanzarse en caída libre y sin paracaídas a cualquier aventura que los motive y los toque el corazón (como esa “Megalopolis” que nos ha regalado últimamente).
Tucker quiere crear un automóvil revolucionario (“El coche del futuro, ahora”). Su afán por triunfar le lleva a enfrentarse con los colosos de la producción en serie de Detroit, gente con mentalidad cerrada y sin imaginación, jueces prepotentes y estúpidos que se ríen de las “locuras” que les propone Tucker para su automóvil como ¡el cinturón de seguridad! La cinta nos regala grandes momentos con las actuaciones de Martin Landau (Nominado al Óscar) y Joan Allen, entre otros, en lo que de verdad importa, como bien dicen en un momento, es “el sueño”…se logre o no.
Dulces visionados.