- La Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) ha llevado a cabo un programa de asesoramiento demostrativo con 20 hogares en Castilla-La Mancha y Madrid
- Realización de una recopilación y análisis posterior de medidas de adaptación al cambio climático frente a olas de calor en los sectores de la edificación y del planeamiento urbanístico.
- Tomar medidas y adoptar estrategias frente a las olas de calor es necesario para adaptarse a las consecuencias del cambio climático en los entornos urbanos y para prevenir la pobreza energética, reduciendo nuestro grado de vulnerabilidad
El cambio climático es un fenómeno cuyas consecuencias ya son, en parte, inevitables. Las condiciones concretas de cada lugar geográfico y sobre todo otros factores como la falta de espacios verdes o vegetación están provocando que en zonas urbanas se sufran, aún más si cabe, los efectos de las olas de calor y se generen las conocidas islas de calor. Ante esta situación el comportamiento de la ciudadanía está cambiando para adaptarse, a veces simplemente soportar, las adversas condiciones a las que están expuestos durante estos episodios de calor, cada año más frecuentes y más virulentos, como el que estamos sufriendo esta semana en la mayor parte de nuestro país. Una de las consecuencias derivadas de estas estrategias es, por ejemplo, el mayor uso de refrigeración, y por consiguiente un aumento de la demanda y del consumo de energía durante el verano, lo que está poniendo de relieve, de forma más frecuente, situaciones de pobreza energética asociadas que ven la luz durante la estación cálida, periodo todavía está poco estudiado y evaluado en los estudios y análisis sobre la pobreza energética.
Esta es la razón por la que la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) puso en marcha el proyecto «Pobreza energética y olas de calor en zonas urbanas» desarrollado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad delMinisterio para la Transición Ecológica, para aumentar el conocimiento sobre estos fenómenos y su relación con la pobreza energética, pudiendo buscar soluciones factibles y viables en las ciudades y en los hogares.
El proyecto ha realizado una recopilación de las principales medidas para hacer frente a las olas de calor, se analizaron las barreras existentes para su implementación mediante talleres sectoriales e identificó las estrategias que la ciudadanía está llevando a cabo actualmente en sus hogares para adaptarse y poder mantener en sus propios hogares unas condiciones de habitabilidad razonables. Las actuaciones personalizadas en hogares contribuyeron a conocer con más profundidad los hábitos de adaptación al calor que llevan a cabo, para a partir de ello, poder ofrecerles diferentes medidas que pueden aplicar para reducir los efectos de las olas de calor.
En el desarrollo del proyecto se llevó a cabo una recopilación y análisis posterior de medidas de adaptación al cambio climático frente a olas de calor en los sectores de la edificación y del planeamiento urbanístico. Las medidas para paliar los efectos de las olas de calor son diversas y la gran mayoría ya están identificadas (medidas en la edificación o en la planificación urbana, incremento de zonas verdes, uso de refrigeración, adaptación de prácticas y hábitos sociales, etc.), sin embargo, el análisis de las oportunidades que generan, las barreras en su aplicación o el análisis del coste-beneficio de las mismas suele abordarse desde puntos de vista parciales o desde la mirada de un sector concreto. En esta primera acción se pretende recopilar todas estas medidas y realizar un análisis inicial objetivo y riguroso de todas ellas.
De forma complementaria se realizaron 4 talleres en diferentes ciudades españolas, que se caractericen por tener distintos grados de vulnerabilidad frente al cambio climático. Estas reuniones multisectoriales permitirán avanzar en el conocimiento de las medidas de adaptación existentes y fomentar la interrelación de los diferentes actores, fomentando las sinergias entre ellos.
En el marco del proyecto también se va a realizar un estudio para identificar estrategias de adaptación al cambio climático por parte de la ciudadanía, mediante un trabajo previo de entrevistas personalizadas a 30 hogares ubicados en las comunidades autónomas de Madrid y Castilla La Mancha. Son pocos los estudios y metodologías desarrolladas para estudiar la pobreza energética en verano y para conocer el las prácticas y hábitos sociales que realizan las personas en sus hogares para paliar los efectos que sufren ante las olas de calor. Estas estrategias o medidas dependen en gran medida de la realidad material, social, económica, espacial y tecnológica en la que se encuentran, siendo de gran importancia conocer las medidas de adaptación que desarrollan con los recursos de los que disponen. Se pretende, con la experiencia de este estudio, poner a disposición de las administraciones locales una metodología de análisis para el estudio de la pobreza energética en verano e identificar las principales barreras que tienen las personas para aplicar las medidas de adaptación a las olas de calor, en función de las características de cada ciudad.
Con parte de estos hogares, además se realizó un programa de asesoramiento demostrativo que permitió analizar la efectividad de una serie de medidas que permitan reducir los efectos de las olas de calor y la pobreza energética en verano en hogares y demostrar in situ, mediante datos sencillos y herramientas muy visuales, cómo sus hábitos y gestión del hogar, influyen tanto en su confort como en su economía doméstica. Para ello se registraron los resultados mediante sensores de temperatura, humedad o consumo de energía. Esto aportó a los hogares participantes nuevas opciones para mejorar su situación y la experiencia adquirida podrá servir de guía para otros hogares.
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