Muchos vecinos y vecinas de Rivas (también de otros lugares), habrán venido observando que últimamente hay numerosos colchones junto a los contenedores de basura. El pasado miércoles pude contar tres en la Avda. José Hierro, otros dos en la Avda. de la Zarzuela y otro en los contenedores que hay delante del CERPA, esto solo en un día.
Si tenemos en cuenta que las empresas que nos traen los colchones nuevos y retiran los usados, cobran una tasa por llevarlos al ‘punto limpio’, cabe pensar que no es allí donde los depositan, sino en el contenedor más a mano de por donde pasan.
Un colchón es un producto difícil de reciclar, sobre todo si son los de muelles, que tienen varias capas de tejidos distintos, goma espuma, muelles metálicos, etc. Son muchos los que acaban en los vertederos. Alguna vez que hemos visitado vertederos de los alrededores de Rivas, incluso alguno cuando ardían, son numerosos los colchones visibles y quemándose.
Nos preguntamos si es que ahora la gente cambiamos más de colchón y la respuesta es afirmativa: cambiamos más de colchón por varias circunstancias.
Nos hemos puesto al habla con una de las empresas que se dedican a trabajos de desinfección y sanitización, y esto es lo que nos dicen:
- Es conveniente cambiar cada cierto tiempo de colchón, en algunos casos se deforman y frecuentemente acumulan ácaros y otros.
- Mucha gente que ha tenido enfermos de Covid-19 u otras enfermedades, prefieren cambiar de colchón que higienizarlo.
- En el último tiempo hemos detectado muchos colchones que tienen chinches, y también sus propietarios prefieren deshacerse de ellos, antes que desinsectarlos.
Al final, por unas causas o por otras, los colchones acaban (muchos de ellos) junto a los contenedores de basura, cosa que es antiestética, incívica y nada acertada. Los colchones deberían llevarse al punto limpio municipal, en el caso de los particulares y a los lugares apropiados para su reciclaje, en el caso de las empresas.