Las pruebas, test rápidos para detectar el Covid-19, son bienvenidas y esperadas pero llegan tarde, muy tarde. “De los infectados por la pandemia, el 12% son profesionales sanitarios y si indicaran el porcentaje por colectivos, seguramente el de enfermería estaría a la cabeza”, afirman desde SATSE Madrid.
La prioridad, explican desde esta organización, no cambia. Los test rápidos son imprescindibles para conocer el alcance de la pandemia pero necesitamos barreras para impedir que sigan contagiándose profesionales de la salud. “Si una enfermera sigue sin tener una mascarilla adecuada (en la mayoría de las ocasiones siguen trabajado con las denominadas quirúrgicas que no son barrera efectiva contra el Coronavirus) o carece de guantes, batas impermeables o gafas estancas, los test rápidos únicamente servirán para mostrar que la enfermera está contagiada por Covid-19”.
Es verdad que los EPIs (mascarillas, guantes, gafas, batas impermeables) están llegando pero siguen siendo pocos y no lo hacen de forma uniforme a todos los hospitales de la Comunidad de Madrid. En la gran mayoría de los centros siguen faltando EPIs, explican desde SATSE Madrid, que reivindica que la mejor y única forma de evitar un contagio masivo entre los profesionales sanitarios de primera línea, enfermeras, enfermeros y médicos, son los EPIs”.
“No deberíamos tener que rogar que nos den un EPI, deberían estar a disposición de todo el profesional que lo necesite ya que es la única forma de evitar infectarnos y que los profesionales seamos vehículo de transmisión del virus”, siguen explicando desde SATSE.
De igual forma, añaden, que de nada sirve disponer de tests rápidos si luego no podemos atender correctamente a nuestros pacientes contagiados porque no disponemos de los respiradores suficientes. “Esto no es la guerra, indican. Es una situación crítica que debe y tiene que resolverse. La Administración, tanto central como autonómica, debe poner en manos de los profesionales todas las herramientas necesarias que se les están pidiendo y, lamentablemente, llegan con cuentagotas”.
Más plantilla y aumentar la rotación
SATSE Madrid recuerda que en cuanto se hagan estos test rápidos, numerosos profesionales darán positivo (ahora solo se le hacen a los que tienen síntomas evidentes) y los servicios asistenciales corren el peligro de quedarse descubiertos por falta de profesionales suficientes y con formación específica en ellos.
“Es necesario aumentar las actuales plantillas enfermeras, que muestran ya signos evidentes de agotamiento y estrés. Hay también que incrementar la rotación para que las enfermeras y enfermeros que están en primera línea de atención a los usuarios puedan descansar. Hay que cerrar aquellos servicios no esenciales para que pueda darse una mayor rotación de personal y evitemos, además del cansancio extremo que ya está aquí, que otras compañeras y compañeros caigan enfermos por cumplir su labor asistencial más allá de sus propias fuerzas”.
Por último, desde SATSE Madrid se ha reiterado que “ahora más que nunca es necesario que los servicios psicológicos de los centros y también lo que se prestan de forma privada, se pongan al servicio del personal sanitario que están en primera línea, para limitar, en lo posible, los efectos adversos como el burn out, la depresión, el estrés crónico, etc.”.