La familia de Víctor López Casado, el joven de 20 años que murió el pasado 15 de septiembre en la M-50 de Madrid al ser embestido por un coche que iba en dirección contraria, ha recogido algo más de 24.000 firmas que reclaman el «endurecimiento» de la ley ante estos casos.
Las firmas se están recabando a través de la plataforma digital change.org, mediante una petición iniciada por la tía del fallecido, quien denuncia que «Víctor murió con tan solo 20 años por culpa de un homicida borracho que circulaba en dirección contraria».
En el escrito, la tía denuncia que «lo que mató al joven no fue un accidente de tráfico, sino que fue un asesinato, con todas las letras», porque «el conductor culpable se dio la vuelta voluntariamente para circular en dirección contraria y, tras esa decisión que tomó conscientemente, lo mató», asegura la mujer.
En la carta se menciona que la seguridad vial «debe de ser una política prioritaria de Estado», y se tilda de «injusticia» la forma en que esos delitos son juzgados actualmente.
«¿Cómo puede ser que la pena máxima por conducción temeraria «con manifiesto desprecio a la vida de los demás se pague con un máximo de cinco años, y el homicidio doloso no pase de los 15 años?», se cuestiona la organizadora.
La familia afirma que «no va a quedarse de brazos cruzados» y pide que «se endurezca» el Código Penal, modificándose los artículos referentes a los homicidios al volante y contra la seguridad vial.
«Matar a una persona por una irresponsabilidad tan voluntaria como la del kamikaze que mató a Víctor no puede salir tan barato», censuran los familiares del joven, que era vecino de Rivas.