Desde el 30 de marzo, decenas de personas palestinas han muerto y miles han resultado heridas como consecuencia de los disparos del ejército de Israel. El número de muertes durante las manifestaciones organizadas alrededor de la “Gran Marcha del Retorno” supera ya las 100, incluidos menores de edad.
No es la primera vez… y lamentablemente, es posible que no sea la última en la que Israel lleva a cabo agresiones criminales contra manifestantes palestinos. Agresiones en las que francotiradores israelíes han disparado a la cabeza o el pecho, con el objetivo de matar, o a las rodillas y extremidades inferiores, con el objetivo de mutilar y causar intencionadamente lesiones que arruinan la vida de la persona herida.
Las imágenes que llegan de la zona nos horrorizan, pero en el caso de España, además nos avergüenzan: solo entre 2015 y 2017, el Gobierno español ha exportado más de 4 millones de euros en municiones, bombas, torpedos, cohetes y misiles, entre otros, a Israel.
El Ejército israelí está usando fuerza desproporcionada y munición real de un modo absolutamente deplorable y, en algunos casos, asesinando de manera deliberada, algo que tiene un nombre: crímenes de guerra
España puede estar siendo cómplice de las atrocidades de Israel. Nos gustaría saber si las armas que España viene vendiendo a Israel durante años se han usado o se están utilizando contra manifestantes, incluidos niños y niñas, que no hacen más que pedir el fin de las políticas brutales de Israel hacia Gaza y una vida con dignidad.
Envíale al Gobierno español un mensaje muy claro: no queremos armas españolas para asesinar civiles, pongan fin a las exportaciones de armas españolas a Israel.