OPINIÓN

La pobreza infantil no luce tanto con las bombillas de Navidad

En el 28-M no se vota botar a Sánchez 

El próximo 28 de mayo se celebrarán elecciones autonómicas y municipales. Se decidirá quién, en el caso de la Comunidad de Madrid, se sentará en el despacho de la Presidencia regional. También, el nombre del alcalde o alcaldesa de los 179 municipios de esta región.

La actual mandataria autonómica, Isabel Díaz Ayuso, que persigue repetir en el cargo, no quiere disidentes internos y tampoco externos. Tiene intención de sacar más votos y escaños que en 2021, cuando dejó atrás a Ciudadanos y se alió a su manera con Vox. Persigue centrarse en ofrecer medidas para llamar a los madrileños a que metan en la urna la papeleta del PP, partido que lleva gobernando la Comunidad de Madrid desde que los electores desalojaran al entonces socialista Joaquín Leguina (1983-95) de la sede de la Puerta del Sol. Este lugar, además, debería tener en su entrada una placa recordando que albergó durante la dictadura franquista los calabozos de la Dirección General de Seguridad por los que pasaron decenas de miles de demócratas para ser torturados por los esbirros de la policía comandados por el comisario Roberto Conesa y su estrecho colaborador Billy el Niño.

Ya solo queda conocer el programa de Ayuso, quien se ha encargado de recordar que el enemigo a batir es Pedro Sánchez, del que dijo recientemente que “está malbaratando una herencia de siglos y esto lo está haciendo solamente para salvarse del desastre electoral que le espera”. Esta es la monserga del ‘España se rompe’ con otros aires. 

Ayuso sabe, pero se hace la loca, que en el 28 de mayo no se decide echar al presidente del Gobierno de España, sino, en todo caso, su continuidad como presidenta regional. Pretende ganar con mayoría absoluta para no depender de Vox, su gran aliado hasta los últimos días de la legislatura, a pesar de las pullas doradas que se lanzan ella y Rocío Monasterio por cuestiones tácticas para no parecer que Vox y Ayuso se parecen más de lo necesario. En estos tiempos en los que la normalidad es algo anormal, parecía lógico que los partidos ofreciesen sus planes en materia de sanidad, educación, dependencia o servicios sociales, entre otras, pero para Ayuso lo importante es echar a Sánchez y a sus aliados que quieren romper España y se niegan al pin parental de Vox. 

La alternancia, después de más de 30 años seguidos en el poder regional madrileño, puede ser una gran medicina. El engaño no es bueno y es necesario dejar bien claro que en las elecciones de mayo no se vota botar a Sánchez.

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