Te recomendamos locales espaciosos y con una carta variada para disfrutar con amigos o familiares
Comienza la temporada de grandes celebraciones, desde el Día del padre o el Día de la madre hasta las tradicionales comuniones. Para estas fechas no siempre es fácil encontrar restaurantes que lo tengan todo: espacio suficiente para albergar un amplio número de personas, una carta capaz de satisfacer todos los gustos y un precio razonable.
Sabemos que no hace falta ninguna fecha conmemorativa para salir a comer con amigos y alargar la sobremesa, por eso, sugerimos cuatro recomendaciones para celebrar cualquier evento en cualquier momento del año.
Caserío Pipatune
Pipatune (c/ Madres de la plaza de mayo, 4) es acierto seguro. Es una sidrería vasca y familiar que recomendaríamos para cualquier ocasión por la variedad de su carta y la generosidad de sus platos. Tiene queso Idiazábal, morcilla de Sotopalacios, zamburiñas, cachopo o un buen chuletón de vacuno, entre otras muchas propuestas.
Si buscas algo más elegante, también tienes platos como el arroz con bogavante o el gambón flameado al whisky. Te contamos un secreto: tienen unas de las mejores tartas de queso del municipio.
Además, disponen de una terraza climatizada justo al lado de un parque infantil público, lo que puede ser un punto extra para aquellos grupos en los que haya niños y niñas.
La Nadadora
Todo sabe a verano en La Nadadora (Av. los Almendros, 1), desde su decoración con colores vivos y perfectamente combinados hasta su vermú propio, con cuatro variedades, o la cerveza artesana La Chula que sirven fresquita. Y, por supuesto, su terraza de verano desde donde se cena con vistas a una piscina.
En su carta se mezclan platos de siempre, como la ensaladilla, las papas arrugás o las croquetas, con platos que traen los mejores sabores internacionales. Hay pad thai (tailandés), nasi goren (indonesio) , kinilaw (filipino) o causa limeña (peruana). Todo hecho con producto de proximidad y con aceite de Campo Real.
Además, dan la opción de pedir versión vegana en muchos de sus platos, lo que facilita satisfacer los gustos de todo el grupo. Si prefieres llevártelo a casa, puedes pedir alguna de las variadas paellas de su carta.
La parrilla de Juan Adán
Los amantes de la carne tienen en La parrilla de Juan Adán (Avda. Pablo Iglesias, 78) un aliado. Es un amplio local situado en el Polígono, con una barra para tomar la primera caña y un enorme comedor que le hace adecuado para grupos.
Tienen una carta tradicional que va desde chorizo criollo a la morcilla o los torreznos confitados, pasando por guisos como albóndigas de ternera blanca o rabo de toro, la fritura, los embutidos o los quesos.
Pero si de algo presumen es de su carne a la brasa, de costillas, chuletillas, solomillo o entrecot. Tienen menú del día (que podrás consultar en Instagram) y opciones para grupos por los que puedes preguntar.
Palacio Criollo
El Palacio Criollo (C/ Electrodo, 32) lleva más de una década dando cobijo a eventos en el municipio, desde habituales comidas familiares hasta cenas de asociaciones. Este restaurante argentino tiene como especialidad la parrilla. Sobre sus mesas desfilan morcillas, mollejas de ternera, chorizo criollo, pero también carne de calidad en forma de bife de hasta 500 gramos, lomo bajo o presa ibérica. Si no sabes qué elegir, no tienes que hacerlo: puedes pedir una parrillada. Para aquellos a los que no les va la carne, también hay bacalao, carpaccio de solomillo o atún o variedad de ensaladas.
Tienen varios ambientes, entre los que destaca un gran salón principal perfecto para celebraciones. Si se trata de un evento más especial, como una comunión, tienen menús con precios variados a los que puedes echar un vistazo.
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