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Kilsoo Lee

Cuantos menos adornos metálicos en el cuerpo, mejor

Nosotros no consideramos impor­tante tener heridas en las manos o tener los dedos torcidos. Pero estos proble­mas señalan problemas en el cuerpo (débiles o estar propensos a sufrir enfer­medades). Para evitar esto hay que tratar de cuidar la mano, las articulaciones, etc. La gente no piensa que llevar ani­llos puede resultar perjudicial. El color oro o dorado tonifica la energía y la plata o el color plateado dispersa la energía. Normalmente cuando se pro­duce una herida en la mano, en el futu­ro implicará que se produzca alguna enfermedad en la parte del cuerpo correspondiente. Si se tiene algún dedo torcido indica que ya está enfermo o que tiene mucha posibilidad de caer enfermo. Por tanto, podemos decir que al utilizar anillos, relojes, pendientes, collares, etc., podemos beneficiarnos o perjudicarnos, así es el caso de los ani­llos: Dedo Pulgar: Trabaja en hígado y vesí­cula Dedo índice: Trabaja con corazón e intestino delgado. Dedo Corazón: Trabaja en el Bazo, Páncreas y Estómago. Dedo Anular: Trabaja en Pulmón e Intestino Grueso. Dedo Meñique: Trabaja en el Riñón y Vejiga. Otros Casos: Para problemas musculares y de agresividad suele ser mejor la plata. Para la tensión baja, mejor el oro en el dedo índice. Al tener siempre ganas de comer mejor en el dedo corazón. Al igual que si nos apetece mucho el dulce, mejor plata en el dedo meñique, si hay debilidad, mejor el oro. Pero esto no es siempre tan fácil, ya que hay que tener en cuenta cual es la mano conve­niente. En la mano izquierda o en la mano derecha. El determinarlo depende de la constitución y del momento con­creto en todos sus aspectos: clima, ambien­te, etc. Por esto, podemos pensar que no siempre hay que ponerse los ani­llos en los mis­mos dedos ni en la misma mano, ya que nuestro estado cambia y por tanto cambian las posiciones en las que en un determina­do momento nos puede favorecer o en otras nos puede perjudicar. Cuándo no sabemos dónde ponerlo, mejor es no ponerse nada en las manos. Pongamos un ejemplo con los ani­llos de boda. El anillo de boda suele ser de oro y se coloca en el dedo anular. El dedo anular se identifica como el pulmón, (y el pulmón es UM), poniéndose un anillo en la mano izquierda tendrá una situación compatible, aunque si la per­sona es delgada y se pone un anillo de plata le puede producir nervios y agre­sividad. Siendo en este caso mejor ponerse un anillo de oro. Lo contado anteriormente no se verifica en un 100% de certeza, puesto que lo dicho depende del momento y de la circuns­tancia. Hay que estudiar al paciente para poder utilizar este método, ya que si se sabe emplear el método es eficaz, si no lo mejor es no llevar nada en la mano. Muchas veces vemos a gente joven y a mayo­res que inte­rrumpen el cir­culo UM-YANG, y esto puede hacer que cambie su personalidad y su condición física. Es posible que pensemos que no influye pero si se analiza con calma podemos saber su influencia. Lo mejor es no llevar nada puesto o por lo menos llevar el mínimo de abalorios y tatuajes posibles, dejando libres las manos, las orejas, las muñecas y cualquier sitio, es decir, dejar todo el cuerpo tal y como hemos nacido.

Relación entre alimentación y esperanza de vida

El pasado día 1 de marzo, el tuvimos la tercera sesión del Taller de Sanación y Acupuntura. En esta ocasión el tema trataba de la ‘Relación entre nuestra alimentación y la esperanza de vida’. El Taller fue impartido por el Maestro Lee Kil Soo, Presidente de la AAMM (Asociación de Acupuntura y Manopuntura Madrileña) y Director del Instituto de Medicina Oriental Kil Soo. El 40% de la personas no se preocupa por nada, se limitan a vivir rutinariamente. Otro 40% se preocupa principalmente por el pasado. Solo el 22% se preocupa por lo cotidiano y de estos el 4% desecha aquello que no puede cambiar y otro 4% está convencido de que hay cosas que sí pueden cambiarse. La constitución humana está diseñada para vivir en torno a 120 años (los libros dicen que Noé y los hombres y mujeres de su tiempo vivían hasta esa edad). Y seguro que las formas de medición del tiempo en las primeras épocas de la humanidad, no era la misma que como lo hacemos hoy, pero lo cierto es que ellos lo medían por estaciones climatológicas (de invierno a invierno por ejemplo), por tanto lo que transcurría era un año. Si hoy las personas no llegamos a esas longevas edades, es porque no respetamos nuestra propia naturaleza. Los primeros hombre y mujeres se alimentaban de hojas, semillas, raíces, frutos silvestres,…, todos los alimentos procedentes directamente de la tierra. Cuando morimos volvemos de nuevo a la tierra. Y el principal órgano para determinar la alimentación era el gusto, la lengua. Hoy se da la circunstancia, de que no comemos por necesidad, sino que comemos desde las sensaciones auditivas, visuales o porque nos convencen de que son determinados alimentos los que tenemos que consumir. Si comiéramos bien, todos los procesos del cuerpo se desarrollarían bien y podríamos llegar a los 120 años: lo que el cuerpo necesita, la cantidad adecuada y las veces necesarias durante el día. No solo por la alimentación enfermamos, también las tensiones, el estrés, el insomnio, los disgustos, etc., ayudan a que el cuerpo produzca más H2O2 (oxigenada) de lo necesario, que causa la oxidación de las células y los tejidos. ¿Qué debemos comer? Principalmente alimentos frescos, frutas y verduras, hortalizas, legumbres,…, más pescado que carne (un 15% deben ser proteínas – carne-, pero se pueden sustituir por otras como la soja,…) . Y beber dos litros de agua al día, pero no en grandes cantidades de una vez, sino un baso cada hora, como referencia. Cuando tenemos sed, es que lo estamos haciendo mal, ya deberíamos haber bebido suficiente. La manera de neutralizar la producción de sangre oxigenada, es comer mucha fruta (los colores de la fruta y las verduras son llamativos, justo para atraer nuestra atención). Es necesario ingerir comida variada, esto nos ayuda a compensar todos los alimentos que el cuerpo necesita. Hoy la necesidad de comer para subsistir la han convertido en negocio. Por tanto desde ese momento, el objetivo no es la mejor y más sana alimentación, sino la que más rentabilidad produce para los productores y fabricantes. De ahí, la producción de alimentos atestados de conservantes, las presentaciones atractivas, los colores y olores estudiados para atraer,…, las frutas grandes y bonitas (escasas de calidad) en detrimento de las otras más pequeñas y menos atractivas (normalmente de mucha más calidad). En los mercados y tiendas de alimentación, encontramos numerosos productos ‘mutantes’ (alterados genéticamente): frutas, hortalizas, semillas,…, hasta peces y animales cuyos ADN ya han sido alterados. Ya no queda mucho para que se generen ‘humanos mutantes’. Habitualmente comemos mucha más cantidad de la que necesitamos y el cuerpo la elimina mal o la almacena. Frecuentemente lo que no comemos es calidad. El cuerpo enferma y se manifiesta con dolores, que son avisos de que no vamos bien. Nos sentimos cansados, el cuerpo nos está avisando… La medicina actual pretende curar las enfermedades con pastillas y con cirugía, pero no ataja las causas de la enfermedad, por tanto ésta no se cura y frecuentemente volverá a remitir o manifestarse de otra forma. El cuerpo lo alimentamos con comida, agua y aire. Tan importante es la alimentación como la eliminación, ésta la hacemos exhalando el aire que respiramos y eliminando mediante el pis o las heces los productos sobrantes (el pis amarillo significa falta de agua, la diarrea la necesidad de expulsar algo que el cuerpo no quiere, lo mismo el vómito,…). Pero hay otro elemento fundamental de eliminación y el la sudoración, tenemos que sudar todos los días, eliminamos toxinas, limpiamos los poros, mantenemos húmeda la piel,…, y hacemos que otros órganos funciones (corazón, riñones, pulmones, músculos, etc.). Para nuestro equilibrio también es necesario otro alimento, y es el espiritual: pensar, resolver, buscar la coherencia, la relación en armonía, querer y sentirse querido… Aunque también hay que manifestar lo que no nos gusta, lo que nos altera,…, lo malo también hay que procesarlo, no podemos quedárnoslo, esto también nos ocasiona enfermedades.

El agua una necesidad y a veces moda

El agua es un bien universal y una necesidad absoluta para los seres humanos, ‘allí donde no hay agua no hay vida’, refiriéndose tanto a lugares u objetos físicos, como a nuestro propio cuerpo (la piel, los órganos,…), esto nos contaba el Maestro Lee en su segunda charla sobre ‘sanación’ impartida en la sede de RivasPuede/Podemos. El agua ya es un bien muy escaso y lo será más en el futuro en la medida que rápidamente estamos alterando el clima de nuestro planeta y agotando los recursos naturales. Desde hace tiempo, las grandes empresas están intentando comprar (privatizar) las fuentes donde nacen los grandes ríos, así como zonas donde aún hay grandes superficies de agua potable helada. El cuerpo humano necesita dos litros de agua aproximadamente al día, cerca de un litro lo obtenemos de los alimentos que ingerimos (que contienen agua), pero otro litro al menos, tenemos que ingerirlo directamente. El agua que vayamos a beber, preferiblemente obtenida de las fuentes naturales, no necesariamente filtrada (porque pierde las sales en disolución) y si es del grifo, mejor llenar un recipiente y dejarlo reposar durante varias horas, para que evapore el cloro. El agua que tomemos, mejor hacerlo entre comidas y no durante ellas. Los alimentos ya tienen agua, por tanto no es necesario beber mucho. Lo ideal sería beber un vaso cada hora (entre comidas), además saboreándola, para que las sales sean absorbidas por las papilas de la boca. Cada persona sabe cuánta agua necesita (sirvan de referencia esos dos litros en total). El mejor maestro es la naturaleza, el bosque, las plantas, se mueren con escasez de agua, pero también con demasiada. Cuando uno tiene sed ya es tarde para beber, quiere decir que el cuerpo ha estado funcionando con escasez de líquido, es antes de sentir la necesidad cuando hay que beber. Y por la noche, es importante beber un vaso de agua una hora y media antes de acostarnos, mientras dormimos el cuerpo sigue trabajando y necesita agua. Si nos despertamos con mucha sed, es porque no lo hemos hecho bien y aunque, evidentemente hay que beber, ya es tarde para la hidratación que el cuerpo necesita. Cuando el cuerpo no tiene agua, se deshidrata, se ralentiza o paraliza la digestión, tenemos estreñimiento, el pis es muy amarillo, nos cansamos, tenemos mareos, calambres, la sangre se espesa y no llega suficientemente, etc. Pero cuando tenemos exceso de agua, tenemos diarreas, nos duele la cabeza, vómitos, el cuerpo se enfría, etc. En el último tiempo se ha puesto de moda beber dos y tres litros de agua al día, además de los líquidos que ya tomamos a través de los alimentos. Esto supone que cuanta más agua bebemos, más tenemos que eliminar el líquido sobrante, pero con lo que desechamos también se pierden sales minerales y otros componentes necesarios para el cuerpo. Para solucionarlo, algunos médicos nos recetan complejos vitamínicos, potasio en pastillas, yodo,…, u otros medicamentos. Con esto hace un gran negocio la industria farmacéutica. Las medicinas provocan que el cuerpo no trabaje por sí mismo y cada vez estará más frio. Para que se produzca la regeneración de las células, depende de que el cuerpo esté suficientemente hidratado, o sea de la cantidad de agua que ingerimos. La sed es una orden que recibimos desde el cerebro posterior, pero a veces la confundimos como si fuera hambre, de ahí que si no diferenciamos bien, lo que nos disponemos es a comer y por tanto a engordar. Si bebemos suficiente agua disminuimos el apetito y por tanto es más fácil mantener el peso. La gente que padece alzhéimer prácticamente no bebe nada de agua, y lo peor es que antes tampoco lo ha hecho. Las bebidas muy frías o muy calientes (agua, refrescos, helados,…, tés, sopas, etc.) no son buenas, provocan contrastes de temperatura en el cuerpo con lo que se producen catarros, amigdalitis, etc. El dolor, en la mayoría de los casos, se produce porque el cuerpo se queda frío. La enfermedad frecuentemente es por malas costumbres o malos hábitos. La aplicación de la acupuntura es ilimitada, pero por si sola no es suficiente, es necesaria la buena alimentación, los buenos hábitos, buena disposición y talante, etc. La medicina oriental no trata la enfermedad, trata al enfermo. Lee Kill Soo

Medicina oriental: Triple calentador

La medicina occidental valora para su diagnóstico el estado funcional de los cinco órganos vitales: el corazón, el bazo-páncreas, el pulmón, el riñón y finalmente el hígado, también concede  gran importancia al funcionamiento del intestino grueso, el intestino delgado, el estómago, la vejiga y la vesícula biliar. Sin embargo en la medicina oriental, a los órganos y vísceras citados para los cuales cuenta con la presencia de un meridiano bilateral, se añade un nuevo meridiano, equivalente a un órgano inexistente en el mundo occidental pero de una importancia capital en el tratamiento de las enfermedades, nos estamos refiriendo al maestro corazón y al triple recalentador. Precisamente  porque no existe físicamente una residencia concreta en nuestro cuerpo de este meridiano, ni se asocia con ninguna víscera, ambos pasan en ocasiones desapercibidos y se tiende a pasar por alto su presencia en el tratamiento de las enfermedades.  Por otra parte y como es muy habitual en las sucesivas traducciones que se vienen realizando desde el chino hasta el inglés, para desde aquí llegar el español, las palabras se desvirtúan al punto de no tener ningún significado para nosotros. En este artículo, pretendo sacar de la oscuridad a este meridiano con el fin de llamar la atención sobre la necesidad de utilizarlo en muchos de los tratamientos, de su utilidad para acelerar la recuperación de las enfermedades. Es tan importante su uso, que una vez diagnosticada una enfermedad y además del manejo específico del meridiano que se encuentra en vacio o en plenitud, se debe tratar, utilizando el triple recalentador, la parte física del órgano que se encuentra afectado. En medicina oriental se utiliza  como instrumento de diagnóstico el dibujo de una estrella de cinco puntas, podríamos decir que la enfermedad se presenta cuando encontramos una o más puntas romas, no obstante la medicina oriental avanzada, trata la enfermedad a partir de la observación de una estrella de seis puntas, esto es así porque para su diagnóstico emplea una punta más. A los cinco órganos representados por cada una de su cinco puntas le añade una más, la que corresponde al triple recalentador. Este procedimiento pretende sanar de manera completa e ir más allá de la simple recuperación de las funciones de un órgano completo. Nuevamente cuando leemos la escasa literatura que existe sobre el uso del triple recalentador encontramos que muy habitualmente, además de la descripción de su recorrido a lo largo de la parte posterior del brazo, se nos informa que el triple recalentador  posee la propiedad de regular las funciones de los órganos que se encuentran en la parte superior, media e inferior de nuestro cuerpo,  y se suele hablar de “fogones”, de esta forma el fogón superior contiene al corazón y los pulmones, el fogón medio el estómago y el bazo-páncreas, y el fogón inferior, el riñón, la vejiga y el intestino grueso. Algunos textos profundizan algo más y señalan que el fogón medio se encarga de la asimilación eficaz de los alimentos, el fogón superior es el responsable de la distribución de las esencias a través de nuestro cuerpo y finalmente el fogón inferior es el responsable de la correcta eliminación de los materiales inertes e inservibles para nuestro organismo. Profundizar sobre el meridiano del TRIPLE RECALENTADOR excedería el espacio de este artículo, por ello vamos a anotar simplemente algunas de sus funciones dentro de nuestro cuerpo. Cuando hablamos del triple recalentador tenemos que pensar que la medicina oriental se está refiriendo al metabolismo de nuestro cuerpo, que la función de este meridiano es la de transportar el agua de los alimentos, este agua purificada en el intestino delgado, llega al riñón, y la impura a la vejiga para ser evacuada, también al intestino grueso pera ser finalmente expulsada del organismo, El agua pura es enviada al hígado y a la vesícula biliar, Si nos fijamos atentamente el TR rodea la oreja y afecta al oído interno, esto quiere decir que su desequilibrio puede influir en la audición, de ser así, su función en el oído interno es doblemente perjudicial, por una parte no aporta la energía suficiente para que las funciones se realicen convenientemente y por otra, corno ya hemos señalado anteriormente los líquidos del organismo se espesan y discurren perezosamente, se llenan de restos que no han sido debidamente eliminados, en definitiva se empobrecen, como el oído interno necesita un medio acuoso muy especial, para que la minúscula chispa eléctrica se dispare hacia el nervio auditivo y permita la audición, puede llegar a ser el origen de multitud de sorderas, que la medicina convencional es incapaz de tratar. Evelio Rivera Juárez