Elogio de la discrepancia
Portavoz del Grupo Municipal Somos Rivas
Opinión del Grupo municipal de Somos Rivas- IU
Opinión de Curro Corrales
Opinión de Curro Corrales, Portavoz del Grupo Municipal Somos Rivas
Curro G. Corrales, Portavoz del Grupo Municipal Somos Rivas
Curro Corrales, Portavoz del Grupo Municipal Somos Rivas
La construcción de una residencia pública para personas mayores en Rivas…
Curro Corrales, Portavoz del Grupo Municipal Somos Rivas De sobra es conocida ya la falta de compromiso y solvencia del Partido Popular en su trabajo municipal. En un pleno extraordinario a principios del pasado noviembre, en el que aprobamos las inversiones a las que destinaríamos 8,8 millones de euros de superávit de 2016, ya vimos al Grupo Municipal Popular proponer que costeásemos obras que legalmente no es viable financiar con ese remanente según los criterios fijados por su compañero de partido Cristóbal Montoro. Unas semanas más tarde, en el pleno de Presupuestos Municipales 2018, presenciamos el bochorno de ver cómo más del 90% de enmiendas presentadas por el PP ni siquiera pudieron debatirse porque estaban mal hechas. Y en el pleno de diciembre, tuvieron que resolverse alegaciones presentadas por los ‘populares’ a las ordenanzas fiscales a sabiendas de que no serían aprobadas y de que ello retrasaba la aprobación definitiva de estas ordenanzas con el consecuente coste extraordinario para el erario público de en torno a 20.000 euros. Esto es a lo que se dedica el Grupo popular cuando está en la oposición en Rivas. Lo peor, sin embargo, es el coste que para los vecinos y vecinas de nuestra ciudad tiene la gestión del PP allá donde sí gobierna, por ejemplo la Comunidad de Madrid. La administración presidida por Cristina Cifuentes ha sido condenada a pagarnos los casi 5 millones de euros (4,9) de todos los vecinos y vecinas que lleva reteniendo desde 2010. Este dinero corresponde a una ayuda que el entonces Ministerio de la Vivienda concedió a nuestra Empresa Municipal de la Vivienda como apoyo para promover la construcción de vivienda protegida en suelo público en un porcentaje superior al 50%. Fruto de aquella inversión municipal en vivienda pública se puede comprobar en el bulevar del barrio de La Luna, totalmente finalizado. La EMV cumplió (incluso con un porcentaje mayor de lo establecido) su compromiso y la Comunidad de Madrid ha estado reteniendo –apropiándose- la subvención durante casi ocho años. Una de las primeras decisiones de Pedro Del Cura como alcalde fue la de acudir a la vía judicial en defensa de los intereses municipales–ante la inacción de los anteriores presidente y consejero delegado de la empresa-. El TSJM dictó en septiembre una sentencia en contra de la Comunidad de Madrid exigiéndole que devolviera esa cantidad, al tiempo que le condena el pago de las costas y de unos intereses de demora que pueden alcanzar 400.000 euros. A pesar del carácter firme de dicha sentencia, a fecha de escribir este artículo estamos esperando que la presidenta autonómica mueva un dedo para cumplir con el pago. Dice la RAE que un ‘pufo’ es “una deuda cuyo pago se elude de forma fraudulenta” o una “estafa, engaño, petardo”. El PP de la Gürtel, la Lezo y la Púnica, el PP que no quiere una residencia pública de mayores en Rivas ni que contemos con un acceso directo con la M-50, nos obsequia con este caso con un nuevo pufo. Dónde ha ido a parar ese dinero es algo sobre lo que Cifuentes está tardando en dar explicaciones.
Apuramos las últimas semanas de este año 2017 con la inevitable rutina de terminar de cerrar asuntos pendientes y conjurar buenos propósitos y compromisos para el calendario entrante; son momentos también, claro, para hacer balance de los doce meses que dejamos atrás. Y en todo ese empeño, compartir algunas reflexiones en voz alta. El próximo 2018, que nos espera ya a la vuelta de la esquina, será el primero desde 2015 que se inicie con el nuevo Presupuesto municipal en vigor. La gran pluralidad expresada en el Pleno tras las últimas elecciones municipales, con una correlación de fuerzas que nos exigía más diálogo y hacía más acusada la necesidad de llegar a acuerdos entre las diferentes opciones políticas, condicionó en los dos ejercicios anteriores contar con un Presupuesto aprobado en tiempo y forma para el primer día del año. Esto ha conllevado muchas dificultades que desde mi grupo, que ha tenido la responsabilidad de gobernar en solitario hasta el pasado mes de mayo, hemos removido dejándonos la piel para que las necesidades, problemas y retos de Rivas no terminasen desatendidos. El CEIPSO público del Barrio de La Luna con sus puertas abiertas para empezar el curso en septiembre, la municipalización de servicios como la gestión de la Empresa Municipal de la Vivienda –con la primera fase de viviendas del VI Plan ya entregada y la segunda y tercera fases en marcha- o de la grúa, el desarrollo de un Plan de Inversiones Municipales de más de 28 millones de euros que está ya teniendo resultados palpables en el arreglo de calzadas y viales, la mejora de instalaciones deportivas o actuaciones en los centros educativos, o la espectacular reducción de deuda en más de un 30% en los últimos años son sólo algunos ejemplos de los esfuerzos realizados. Pero teníamos además, otra responsabilidad pendiente. La de traducir el empeño en un mayor diálogo en mejores garantías de estabilidad para sacar adelante las políticas que Rivas necesita, y un impulso a la agenda política de la ciudad. Ello pasaba por lograr un gobierno compartido con la pluralidad de la izquierda municipal. El PSOE decidió quedarse fuera de ese escenario –y ahí le vemos, disparando en prensa con ferocidad contra el Gobierno municipal quizás para tapar sus revueltas aguas internas o su falta de propuestas concretas-, pero con Rivas Puede, conseguimos dejar a un lado diferencias y poner el acento en lo mucho que nos une. Hoy, este gobierno compartido entre los grupos de Somos Rivas y Rivas Puede es expresión de una voluntad de entendernos en clave de Rivas y de favorecer un proceso de cooperación y trabajo conjunto entre Izquierda Unida, Podemos, Equo y muchos vecinos y vecinas que están orgullosas de la ciudad en que viven pero que no se resignan a que la Comunidad de Madrid sea un territorio comanche gobernado por el Partido Popular. 2017 ha sido el año en que fue posible dar este paso, y ello, como comentaba, ya ha tenido un resultado también palpable, un Presupuesto municipal para 2018 aprobado antes de comernos las uvas. Espero que el año que vamos a estrenar esté lleno de espacios de encuentro y entendimiento para seguir haciendo de Rivas la ciudad que queremos. Felices Fiestas.