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OPINIÓN

Caos en la educación: una estrategia premeditada

¡Se acabó!

Para alcanzar éxitos deportivos de la talla del último mundial de fútbol femenino, las mujeres no han necesitado solo emplearse a fondo en cada entrenamiento, acomodar su rutina diaria a las exigencias de cada disciplina deportiva o los niveles de concentración que requiere la alta competición. Estos requisitos deberían ser suficientes para que una mujer pueda colgarse la medalla de oro o levantar un trofeo al cielo, pero, desgraciadamente, casi nunca es así.

Los hechos sucedidos durante la entrega de medallas de la pasada Copa Mundial Femenina de Fútbol, conquistada por la selección española con grandes dosis de talento y de buen juego, capaces de despertar la ilusión de todo un país, evidencian que el obstáculo del machismo sigue presente en cada carrera, en cada pase, en cada remate a gol.

Todas las mujeres que alguna vez hemos hecho deporte, sin necesidad de alcanzar grandes cotas de éxito, hemos tenido que enfrentarnos a los comentarios sexistas que en ocasiones nos dedicaban desde el público masculino presente en las gradas, compañeros de la misma disciplina pero del equipo masculino, de entrenadores e incluso de algún amigo de nuestro círculo más próximo, si no familiar, que, con un exceso de paternalismo, nos venían a decir que igual era mejor que diéramos un paso atrás, que aquello era cosa de chicos.

Miradas indiscretas, insinuaciones, groserías o intentos de abuso de poder, lamentablemente, han estado presentes en el día a día de muchas deportistas, en todos los niveles, también en la élite, que se han visto ahora reflejadas en la actitud machista y soez del presidente del fútbol español que está dando una bochornosa vuelta al mundo.

Ante situaciones como la vivida por la futbolista Jenny Hermoso, hay que empezar a plantar cara y a gritar el ¡se acabó! que las chicas de la selección española han empezado a entonar ante el machismo inadmisible que se respira en parte de quienes representan la federación y del que han dado cuenta muchas de ellas durante los últimos días.

En Rivas lo tenemos claro. El respeto, la igualdad, la tolerancia y el compañerismo son principios fundamentales en el deporte y requieren de su aplicación en los niños y niñas desde pequeños. Por eso nuestra campaña #RivasEntrenaValores promueve estos principios entre las personas deportistas de nuestra ciudad, esas que cada día llenan nuestras canchas y de las que han salido campeonas de muchas y diferentes disciplinas.

Debemos alzar la voz por todas ellas, por nuestras deportistas ripenses y las deportistas femeninas de todos los rincones del país. Y también por nuestras campeonas del mundo, que han demostrado que no solo han ganado el mundial, sino que también han removido la conciencia, española y deportiva, sobre la igualdad en el deporte.

Por todas ellas y muchas más ¡se acabó!

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