ORIÓN: La “Catedral del Cielo” (y IV)

ORIÓN: La “Catedral del Cielo” (y IV)

 En nuestro periplo por Orión, que termina en esta entrega, y siguiendo con los objetos Messier situados en esta constelación le llega el turno a Messier 43, la “Nebulosa de Mairan”, llamada así por haber sido descubierta por el astrónomo y matemático francés Jean-Jacques Dortous de Mairan, alrededor del año 1731 e incluida en el Catálogo en 1769. Esta nebulosa, dibujada por Messier comprende una nube de gas y polvo y un cúmulo estelar “abierto” y el conjunto forma parte de la “Gran Nebulosa”. Tiene un diámetro de unos 7 años-luz y su distancia junto con el resto de las nebulosas se sitúa en 1350 a-l, siendo por tanto relativamente cercana a la Tierra. Ya que estamos en M43 describiremos, aunque sea de manera rápida estas dos importantes nubes que son sus “compañeras” de casa. Se trata de las nebulosas “Cabeza de Caballo” o Barnard 33 y la nebulosa de la “Llama”. 

Barnard 33 es una nebulosa conocidísima. Cualquier lector, aunque no sea aficionado a la astronomía, ha oído hablar de ella por su típica forma de caballo, que contrasta con un gran resplandor rojizo causado por las estrellas situadas detrás, que tiene el nombre de IC434. La nebulosa oscura mide aproximadamente 3,5 años-luz de ancho. La estrella más brillante, situada a la izquierda de la nebulosa, es Alnitak (Zeta Orionis) que corresponde al “Cinturón de Orión”. Os adjunto la dirección URL de un magnífico vídeo de YouTube acerca de esta espectacular nebulosa oscura: https://youtu.be/69Hqdrx16YY.

 La Nebulosa de la “Llama o Flama” o NGC2024 está situada a la izquierda de la fotografía y recibe este nombre por su parecido con una hoguera. Podemos ver una franja de polvo oscuro que se aprecia contra el resplandor de la emisión de hidrógeno de varias estrellas situadas detrás de ella. Debajo de la Cabeza del Caballo se ve una “mancha” azulada. Se trata de NGC 2023, que es una nebulosa de reflexión.

 Para que nos situemos mejor y dado que la localización de Orión es tan sencilla os adjunto la fotografía número tres de las “Tres Marías” o los “Tres Reyes” y a la izquierda de la tercera estrella podéis ver perfectamente la región que acabamos de exponer en los párrafos precedentes, es decir,

IC434 con su Cabeza de Caballo, NGC2024, la nebulosa de la Flama y NGC2023, la nebulosa de la mancha azul.

 El siguiente y último de los tres objetos Messier en Orión es Messier 78, o también NGC 2068, nebulosa de reflexión descubierta por Pierre Méchain en 1780 e incluida por Messier en su Catálogo ese mismo año. Es la más brillante del cielo y puede verse con pequeños telescopios de aficionado. Su anchura es de unos 5 años-luz y su distancia unos 1600 a-l. Al ser difusa resulta curioso que se localiza muy bien hasta con prismáticos pequeños y a medida que aumentamos la abertura se vuelve borrosa. Se ve mejor en invierno y en noches oscuras sin Luna.

 Son innumerables los objetos que los astrónomos han localizado en la “Catedral del Cielo”, pero voy a terminar con esta cuarta entrega, sin dejar de señalar otras de las curiosidades que comprende.

La siguiente es la nebulosa IC2118, llamada popularmente “Cabeza de Bruja”. Esta foto ilustra a la perfección el motivo por el que recibe este. La nariz prominente y la barbilla sobresaliente no dejan lugar a dudas. Se trata de una nebulosa de reflexión que brilla debido a la proximidad de la estrella Rigel y es de color azulado no sólo por la influencia de esta estrella sino también por los pequeños granos de polvo, que reflejan la luz azul de mejor que la de color rojo.

 Para poder ubicar a la nebulosa Cabeza de Bruja basta con buscar la brillante Rigel en la constelación de Orión. Tras observar a las Tres Marías, trazamos una línea hacia abajo en un ángulo de 90 grados y daremos con Rigel, la estrella más brillante de Orión y una de las más brillantes del cielo.

 Por último, voy a mencionar un objeto asombroso en esta magnífica constelación: se trata del “Bucle de Barnard”, una nebulosa de emisión, también parte de la Nube de Orión, que se construye como un enorme arco situado en la zona central de la nebulosa. Es tan grande que se estima en 300 años-luz su longitud y se ve bien en fotografías de larga exposición, aunque los aficionados pueden verlo a simple vista con cielos muy oscuros. Su forma circular se cree que se debe a la explosión de una Supernova hace unos dos millones de años.

Como vemos en la imagen, el “Bucle de Barnard” rodea a las principales nebulosas a las que hemos hecho mención, como un enorme “fuego” de materia eyectada por la estrella que explosionó.

 Casi en su interior se encuentra el cúmulo estelar abierto NGC2112 – no apreciable en esta foto -, de tamaño mediano y magnitud 9, lo que quiere decir que es bien visible con telescopios de aficionado, que se encuentra a unos 4 grados al noreste de la estrella Altnitak, del cinturón de Orión. El cúmulo tiene varias decenas de estrellas en aproximadamente 11 minutos de arco de diámetro y aunque es uno de los objetos celestes de Orión, sólo puede apreciarse como una nebulosidad si se utilizan prismáticos.

Bien, dejamos a Orión, recordando que la mejor estación para ver esta constelación tan prominente y asombrosa es el invierno. Os veo a todos enfocando vuestros instrumentos. Creedme, cuando veáis la Gran Nebulosa NO lo podéis creer. Tal es su belleza y su grandiosidad en el cielo al cual siempre miramos.

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