OPINIÓN

El Gobierno de Ayuso asfixia a la Atención Primaria

El Gobierno de Ayuso asfixia a la Atención Primaria de Rivas y da oxigeno a la sanidad privada

El 19 de febrero acudí a mi doctora del Centro de Salud La Paz, en Rivas Vaciamadrid, localidad en la que vivo hace decenas de años, para recoger los datos de la analítica realizada semanas atrás. Los asientos bajos y sin ningún reposabrazos hacen imposible levantarse a personas con distintas capacidades o de edad avanzada. Así que, como llegué antes de la hora fijada, opté por darme largos paseos y hablar con algunos trabajadores para entretenerme y conocer la situación de dicho centro de Atención Primaria.

Estaba interesado en conocer porqué hay largas listas de espera para ser atendido por el facultativo de turno. Supe que en el turno de tarde deberían trabajan nueve doctores y/o doctoras para atender a los pacientes. Conocí que solo cuatro plazas están asignadas y que faltan por ser asignadas cinco. Es decir, que menos de la mitad de la plantilla del turno de tarde tiene que atender a la totalidad de los pacientes, A veces, solo hay tres facultativos.

La solidaridad y el compañerismo ayudan a resolver esta situación. También médicos del turno de mañana hacen voluntariamente turnos de cuatro horas remuneradas para rebajar la tensión asistencial.

Con una de las personas que hablé mientras caminaba hasta ser recibido por Blanca -mi doctora de familia-, me comentó que después de más de 20 años como médica, nunca había sentido tanto agobio. Porque la falta de personal durante los días en los que la gripe golpeó fuerte a los vecinos y la llegada de enfermos no se contenía, le había generado mucho estrés.

Llegó la hora de mi cita, la doctora me atendió muy bien, me dijo que los datos de la analítica eran buenos y me pidió perdón por la espera y por tener que permanecer de pie por la falta de sensibilidad de los que diseñan el mobiliario de la sala de espera.

Antes de salir del Centro de Salud La Paz, una de las personas con la que había hablado, me dijo que tuviera paciencia porque son malos tiempos para la sanidad pública. Se mostró convencido de que la privada cuenta con la ventaja de ser ayudada por algunos gestores y políticos que asfixian lo público para dar oxígeno a lo privado. ¿Será casualidad que el incremento de vecinos de Rivas en tener seguros médicos privados esté relacionado con el deterioro de la Atención Primaria por la falta de médicos?

¿Causalidad o casualidad? Recientemente se ha instalado en Rivas un hospital privado, dijo otra de las personas con las que hablé en mis paseos por el citado centro de salud, quien añadió con sorna; “Hay que llenarlo». En otro de los centros de salud de Rivas, el de Santa Mónica, durante muchos meses no ha habido pediatras y recientemente ha llegado uno, pero sólo en el turno de mañana. Muchas familias con hijos han decidido hacerse un seguro privado. También se nota que solo hay dos fisioterapeutas para más de cien mil habitantes.

Comento estas cuestiones con la consejera de Sanidad, Fátima Matute, en la cafetería de la Asamblea, quien me dice que todo se resolverá. Esta mujer alegre y roquera me hizo sentir que le interesa más la música que mis palabras.
Antes de escribir este artículo, el 20 de febrero pido cita para ser atendido por mi doctora. Me ofrecen dos citas. El 11 de marzo, si es presencial, y un día antes si es por teléfono.

Parece muy claro que la Atención Primaria en Rivas está perdiendo oxígeno, el mismo que gana la medicina de pago, que debería ser una modalidad voluntaria dentro de la competencia en el sector y no un callejón al que te dirigen cuando la sanidad pública no te garantiza este derecho en tiempo y forma. Hay que comprender que la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, no preste atención a “estas mierdas” porque está salvando el mundo y evitando que España se rompa.

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