Toda la vida hemos escuchado eso de “no dejes todo para el día antes del examen”, prepárate con tiempo y así no te cogerá el toro. Parece que esta máxima no ha sido aplicada por parte de las autoridades educativas autonómicas que a fecha de hoy, a 7 días del comienzo de las clases en los primeros cursos de infantil y a poco más del resto de niveles de infantil, primaria y ESO, solo han anunciado una serie de medidas sin concretar y vacías de contenido que vuelcan buena parte de la responsabilidad de la gestión en los equipos directivos y docentes de cada centro. Con estos mimbres es totalmente entendible la incertidumbre y preocupación de toda la comunidad educativa con las familias a la cabeza.
Son muchos los interrogantes que surgen, uno de los más importantes es la reducción de ratios, una demanda histórica en la Comunidad de Madrid y especialmente en nuestro municipio donde se lleva reclamando la desmasificación de los centros ya de por si saturados y con falta de espacios. La responsabilidad de repartición de espacios recae en los centros educativos como tantas otras medidas, hacer este encaje de bolillos de la repartición de espacios en un tiempo record es un desafío mayúsculo y es probable que algunos de los centros más masificados no cuenten con espacios suficientes por lo que quizás sea necesario contar con espacios municipales adicionales, pero hasta que esta reestructuración no llegue a término no habrá una idea de los espacios municipales necesarios.
La reducción de ratios y la reestructuración de espacios tienen como objetivo crear grupos de convivencia o grupos “burbuja” para que los grupos de alumnos y alumnas no se mezclen entre sí, aquí surge otra pregunta importante; ¿Cómo se van a organizar los grupos de acogida y las actividades extraescolares si es que se pueden llevar a cabo?, según el consejero de educación de la comunidad de Madrid el Sr. Enrique Osorio, el servicio de acogida será garantizado pero no detalla cómo, salvo que se presente un protocolo específico de la CAM ésta gestión volverá a recaer sobro los propios centros educativos. Este asunto es especialmente importante porque de poco valdría asegurar durante las seis horas lectivas el aislamiento de los denominados grupos burbuja si, antes en la acogida y después durante las extraescolares, no se garantizan las medidas de seguridad y se mezclan las niñas y niños de distintas clases y distintos cursos.
Un punto polémico es la jornada continua, la consejería de educación de la CAM informa que se facilitará a los centros que lo soliciten, de nuevo sin dar más detalles al respecto. Esto quiere decir que la medida quedará supeditada a la decisión de un equipo directivo sin tener en cuenta las características del centro. Si esta medida es efectiva para evitar nuevos contagios se debería aplicar a todos los centros incluidos los concertados y privados y de no ser así, esta decisión debería ir vinculada a unas características o condiciones específicas, no es lo mismo un colegio con 300 estudiantes y espacios disponibles que uno con 650 y con falta de espacios. Como quiera que sea, hay un consenso generalizado en la comunidad educativa y es que esta medida ha de tener carácter de excepcionalidad y debe ser revertida tan pronto pase la crisis sanitaria para que sea sometida a la decisión democrática de cada centro mediante los cauces habituales de votación.
Las entradas y salidas escalonadas son también responsabilidad de los centros educativos en la medida en que no se concrete otra cosa en el BOCAM, como el resto de gestiones mencionadas. En este punto el consistorio local tendría que coordinar con cada centro educativo el refuerzo del servicio que la policía local viene prestando en los centros más conflictivos en cuanto a concentración de personas y coches en la entrada y salida de los coles, así como el refuerzo de conserjes en todos los centros que sea necesario.
De la misma forma, la competencia de limpieza y mantenimiento de los centros recae sobre el gobierno local, sabemos que la empresa municipal Rivamadrid tiene dispuesto refuerzos a falta de concreción de los protocolos de la Comunidad de Madrid y de las necesidades de cada centro que esperamos sean suficientes y lleguen a tiempo.
Ante este panorama de falta de concreción de las medidas a llevar a cabo y la falta apremiante de tiempo para ejecutarlas, las familias y los docentes vivimos un momento de incertidumbre sin precedentes, si bien es cierto que tampoco tiene precedentes la crisis sanitaria, se hace difícil de entender que la maquinaria se haya puesto en marcha tan tarde, con medidas tan etéreas y delegando gran parte de la responsabilidad a los centros educativos. La contratación de 11.000 nuevos docentes es una medida que en primera instancia parece positiva si fuera cierta, porque un día después de ese anuncio se publica desde el gobierno que habrá 884 menos pero, incluso si fuera verdad, no esta tan claro que se pueda llevar a cabo en tiempo y forma como tampoco se conoce a día de hoy como se van a distribuir y coordinar los recursos anunciados… insisto, a una semana de la incorporación de los primeros alumnos y alumnas.
A las familias nos toca ahora exigir y presionar a los responsables políticos pero también es tiempo de arrimar el hombro y colaborar con nuestros centros en la medida de nuestras posibilidades porque para eso están las AMPAS. Si hay un sentimiento generalizado poco discutible es la necesidad de retomar el nuevo curso de forma presencial o de la forma más presencial posible, siempre y cuando esté garantizada la seguridad de nuestros niños y niñas porque los colegios no son solo espacios de aprendizaje sino también espacios de convivencia donde socializar, hacer deporte, divertirse y ser felices. Este es el objetivo que debemos de priorizar y donde poner todos nuestros esfuerzos.
Por último, se hace necesario redoblar los esfuerzos para exigir que se cumplan los acuerdos de construcción de los nuevos centros educativos en nuestro municipio como se prometió desde el gobierno autonómico, no dejemos que la actual crisis sanitaria y el caos organizativo invisibilice la necesidad imperiosa de desmasificación de los centros educativos de Rivas Vaciamadrid de forma permanente y definitiva, la Plataforma por la Emergencia Educativa, la FAPA, las AMPAS, el resto de la comunidad educativa y la ciudadanía de Rivas no lo permitirán.
POR UNA EDUCACIÓN PÚBLICA Y UNIVERSAL DE CALIDAD
Sergio Jiménez
Pte. AMPA Hans Christian Andersen
Rpte. AMAPAS de Primaria en CME
FAPA Rivas
Plataforma Emergencia Educativa de Rivas