Rivas Vaciamadrid (Agencias)
Para solucionar la pertinaz falta de espacio en el cementerio de Rivas Vaciamadrid, el Ayuntamiento ha tomado varias medidas de cara a paliar esta situación tan incómoda para los finados y sus familiares.
La primera y más evidente será la construcción de unas nuevas instalaciones funerarias municipales. Queda por ver a quién le colocan el muerto dónde se localizaría ese complejo, sin perjudicar a ninguna zona en particular, porque, si es conflictivo el ubicar un aparcamiento para autocaravanas, habrá que ver si los vecinos de las posibles zonas afortunadas estarían de acuerdo con ello. Otra medida es buscar hueco en los municipios limítrofes para los difuntos ripenses, iniciativa para la que el partido VOX ha propuesto llevar el negocio a Aranjuez, aunque no sabemos cuál es la motivación que les impulsa a esta petición.
Pero el meollo de la cuestión ha salido a la luz gracias a una compleja labor de investigación del TRT, en la que se han interceptado correos electrónicos de varias concejalías del municipio en las que las iniciativas de los huertos urbanos confluyen con una solución definitiva al almacenamiento de occisos ripenses. Esta solución pasaría por la ubicación del llamado “sexto contenedor”, en el que los fallecidos en la ciudad, los “muertos urbanos” que así lo deseasen, irían a parar directamente a unas compostadoras municipales donde serían convenientemente tratados para convertirlos en abono que enriquecería los famosos y demandados “huertos urbanos”, proyecto que, hoy, está más muerto que Carracuca en proceso de análisis por los funcionarios competentes.
Fuentes confidenciales del ayuntamiento de Rivas han confirmado al TRT que tras este proyecto “se encuentra la idea de conciliar la idea de una ciudad concienciada con el medio ambiente y el reciclaje a la vez que se da salida a una necesidad del municipio, aunque ahora no sea especialmente acuciante”. Respecto al proyecto del complejo funerario, algunas voces de la oposición han acusado al actual equipo de gobierno de “querer llevárselo muerto”, aunque todo parece indicar que se trata de un chascarrillo de humor negro.
