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Naturaleza en Rivas

Si bien resulta difícil, si no casi imposible, relacionar el carril bici urbano con la naturaleza, no lo es en absoluto vincular ésta con los itinerarios diseñados para la bicicleta.

En Rivas-Vaciamadrid, dichas rutas en Mountain Bike son a menudo recomendadas, por su magnificencia, las que transitan los caminos de los cortados de El Piul-Laguna del Campillo, los cantiles que bordean Casa Eulogio en las cercanías del Manzanares y conducen hacia la Presa del Rey o bien los parajes del Cerro del Telégrafo y aledaños, entre otras muchas no menos interesantes.

Sabido es de todos ustedes, o de la mayoría de los ciudadanos que gustan de las actividades al aire libre y son amantes del medio natural, que las maravillas de nuestro municipio son muchas y variadas, por lo que en dicha actividad deportiva tan sana es muy recomendable pararse de vez en cuando para observar la flora, la fauna y el paisaje. Si en esa tesitura, para los que sean aficionados a la fotografía, uno procede a tomar algunas imágenes de algunas de las múltiples y asombrosas especies que viven por aquí, bastantes de las cuales son difíciles de localizar en otras zonas de Madrid y de España (Atlantonyx lopezcoloni) y algunas incluso endémicas del centro ibérico (el coleóptero Cryptocephalus bahilloi) y hasta del Parque Regional del Sureste (los elatéridos Athous chiarae, Athous sofiae y Athous fernandensis), cuando no uno de los emblemas de la fauna de nuestro municipio, el escarabajo-avispa español o Neoplagionotus marcae, que vive exclusivamente en una planta excepcional belleza, la malva trilobada (Lavatera triloba), completa la jornada enlazando deporte y naturaleza de manera impecable. 

Entre las “joyas de la corona” de la fauna ibérica se encuentra el denominado “duende” (Nemoptera bipennis), un insecto que a primera vista podría parecer una mariposa extraña y que, en efecto, no lo es; se trata de un neuróptero de gran tamaño cuyas alas anteriores, de llamativo diseño, presentan marcada venación y una coloración críptica con colores verdes, marrones, blancos y pajizos; las alas posteriores tienen forma de cinta que se ensancha al final y se retuerce sobre sí misma. Especie de biología muy particular siendo un caso muy elaborado de co-evolución con las plantas y ciertas hormigas. Mientras los adultos son polinizadores de diversas especies vegetales, sus larvas son depredadoras de estadios juveniles de hormigas granívoras que dispersan sus semillas y que previamente aquellos han polinizado. Esta especie, de actividad diurna y vuelo bajo, lento y pausado, posee una coloración disruptiva que hace que, a pesar de su gran tamaño e indumentaria espectacular, cuando está recolectando polen presente cierta agregación sobre las inflorescencias en las que se posa y sea difícil de localizar por los depredadores debido a que su contorno se desdibuja y es difícil definir su silueta real. Lo podemos admirar entre la vegetación gipsícola de los altos de El Piul, en torno al cerro del Telégrafo y en otras áreas del municipio.

En cuanto a la flora, hay tantas y tantas especies interesantes, raras y de gran belleza, que es difícil recomendar algunas. No obstante, por su extraño aspecto y su “historia natural” diremos que las efedras se llevan la palma. Las efedras forman parte de un grupo muy antiguo de plantas, incluido en un grupo arcaico que ha sobrevivido hasta hoy día por estar adaptadas a hábitats extremos, donde la competencia es más reducida debido a la sequía; crecen en hábitats secos y soleados como los desiertos y las estepas y pueden presentarse en alturas de hasta 4.000 metros en los Andes o en el Himalaya, donde soportan fuertes heladas, calor tórrido y fenómenos de inversión térmica. El “belcho” o “hierba de las coyunturas” (Ephedra fragilis) es la más espectacular de las tres especies ibéricas, todas ellas presentes en nuestros campos ripenses; las otras dos tienen menor porte: la “efedra fina” (Ephedra nebrodensis) y la “efedra patatita” (Ephedra distachya). Las tres contienen efedrina, un alcaloide que ejerce una acción estimulante sobre el sistema nervioso central, por lo que los laboratorios farmacéuticos la emplean en la elaboración de medicamentos para tratar estados depresivos y narcolepsia. A causa de dicho compuesto, es una planta peligrosa que no debe usarse en medicina popular. Debido a las características propias de las efedráceas, las especies del género Ephedra albergan gran cantidad de insectos fitófagos o parásitos de éstos, que dependen exclusivamente de ellas. La mentada malva trilobada sería otra de ellas y el limonio de los yesos, fitohuésped del criptocéfalo manchego (Cryptocephalus bahilloi), una delicada planta cuyos “primos hermanos” de género, cultivados, se utilizan en los ramos florales de las novias. 

Y todo esto y muchísimo más lo podemos admirar en los recorridos por los distintos itinerarios de Mountain Bike que nuestros territorios ofrecen.

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