Buscar

Una columna de personas de más de un kilómetro de largo recorrió los escenarios de la Batalla del Jarama

[et_pb_section bb_built=»1″ admin_label=»section»][et_pb_row admin_label=»row»][et_pb_column type=»4_4″][et_pb_text admin_label=»Texto» background_layout=»light» text_orientation=»justified» use_border_color=»off» border_color=»#ffffff» border_style=»solid»]

Ayer día 17 de febrero, se celebraba la XI MARCHA DEL JARAMA que pretendía recordar la Batalla del Jarama y la resistencia mantenida por unos miles de valientes españoles y otros venidos de todas las partes del mundo, para defender a la II República Española.

De hecho, lo que defendían no solo era el Gobierno Democrático de la II República, contra la rebelión de las huestes de Franco y los generales de derechas, la lucha iba mucho más allá, que en España la contienda la ganara el fascismo, suponían el preámbulo de la II Guerra Mundial, la destrucción de Europa y parte del mundo y los  cientos de miles de muertos que ocasionó.

En esta ocasión, convocados por la AABI (Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales) y por la Asociación JARAMA 80, fuimos cerca de quinientas personas los que recorrimos los escenarios de la línea de defensa de Madrid, durante la Guerra Civil Española, para que los fascistas no pudieran entrar y hacerse con la capital. Tres años resistieron y varios miles de combatientes los que cayeron.

A la marcha vinieron representantes de varios países de Europa y otros, muchos de ellos familiares de los brigadistas que aquí combatieron y murieron algunos de ellos.

La marcha salió del aparcamiento de la estación de metro de Rivas Vaciamadrid, recorriendo algunas calles del casco, adentrándose por el parque Miralrio hasta el monumento a las Brigadas Internacionales y al brigadista Charlie Donnelly, se encaminó hacia la laguna del Campillo y en su margen izquierda, la columna de más de un kilómetro recorrió las zonas de batalla, la ubicaciones de los cañones y nidos de ametralladora y también algunas de las cuevas-vivienda donde se alojaban los combatientes. El recorrido acabó en el Puente de la Paz, donde se leyeron algunos manifiestos y se hizo un homenaje a los brigadistas, lanzando desde el puente claveles al río Jarama.

Todos juntos volvieron hasta el centro Juvenil La Casa más Grande, donde un grupo de voluntarios y voluntarias nos esperaban con varias suculentas paellas, bebidas y barbacoas.

La tarde continuó con proyecciones de documentales, charlas y grupos de trabajo sobre los temas que nos habían congregado.

 

[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]

¡Difunde la noticia!