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Natalia Paraje es un ejemplo de superación en nuestro municipio de Rivas Vaciamadrid.

Queremos contar la historia de Natalia, niña ripense de 10 años con discapacidad.

Natalia Paraje es un ejemplo de superación en nuestro municipio de Rivas Vaciamadrid. «Desde pequeña sufre una enfermedad que le dificulta desenvolverse como otros niños de su edad. Durante todos estos años, muchos han sido los médicos y cientos las pruebas que ha tenido que realizar sin conseguir que averiguaran el tipo de enfermedad que le afectaba.

Sin embargo, hace tan solo 2 años que le diagnosticaron una forma rara y poco frecuente de ataxia, un trastorno caracterizado por la disminución de la capacidad de coordinar los movimientos, que en su caso afecta también a la mayoría de sus sentidos. Pero a sus 10 años, está joven escaladora de Rivas siente que hay algo a lo que no afecta: sus ganas de seguir adelante, de probar cosas, de vivir la vida… «La vida es increíble; nunca te rindas».

Cuando vi por primera vez este mensaje de Natalia escrito en primera persona, acompañado de una fantástica fotografía tomada por Ela Rola, escalando a más de 10 metros de altura en las instalaciones indoor de Rivas Skla, me sentí sinceramente emocionado. Sentí como se humedecían mis ojos y se me hacía un pequeño nudo en la garganta, a la vez que el corazón se hacía grande frente a tanta gente volcada con el mismo propósito: «las mismas oportunidades; escalada para tod@s»

Natalia se convirtió desde el principio en el emblema del rocódromo, en la materialización de la base del proyecto, del inicio del sueño que las tres familias impulsoras habían empezado con tanta ilusión… se hacía palpable de una manera real, cercana, dinámica y en confianza. «A veces solo hace falta querer para alcanzar».

Natalia ha pasado a formar parte del alma del proyecto: «Escalada para tod@s en Rivas». Se está usando su imagen a través de la prestigiosa firma de «Rab» (THE MOUNTAIN PEOPLE), para que todo el mundo pueda comprobar que precisamente la escalada y la montaña no pone  límites a todos aquellos que demuestran entusiasmo y motivación por estas disciplinas deportivas.

El deporte de la escalada facilita las oportunidades de inclusión, la normalización en el ámbito social. La riqueza y el valor en ambas direcciones de poder compartir y trabajar con personas que tienen algún tipo de diversidad funcional es tan alto que no tiene precio, que nos faltan las palabras que querer expresar… y aún así nos hemos dado cuenta de algo: puede que lo más importante sean las ganas, la actitud, el cariño, la comprensión, el querer poner ese granito de arena, el querer aprender, el luchar juntos, el avanzar aunque sea despacio, en comprender que la vida es un regalo aunque nada regalar…

Me llevo tantas lecciones de vida cada día, cada semana trabajando como monitor de escalada y viendo poco a poco los avances de nuestros niños y niñas en situaciones parecidas a las de Natalia, como Rodrigo, como Emma, como Gael o Sebastián, que me dan la fuerza y energía suficiente para seguir hacia adelante, de tener esa sensación de que lo que todos hacemos con responsabilidad y cariño merece la pena sin duda. De que nuestro mundo que conocemos no es el único que existe porque lo interpretamos de determinada manera… que la clave y la llave está dentro de cada uno de nosotros. Con pequeños detalles podemos realizar grandes cambios sociales y humanos comenzando con las personas que tenemos más cerca.

Me quito el sombrero con las familias y la lucha diaria que ejercen por los suyos y los que no lo son, por su compromiso y entrega, por su movilización, por su respeto, por su concienciación.

Deberíamos aprender más de lo que nos imaginamos, darle importancia a la actitud.

Decía un padre en la conferencia impartida por Fran Conesa en la escuela de escalada de Rivas Skla: «nosotros no queremos dar pena, lo único que queremos es que traten a nuestros hijos de una manera normal… que a pesar de que tengan ciertas limitaciones se merecen tener la oportunidad de poder probar y realizar todo aquello de lo que sean capaces como cualquier otra persona».

Emotivo encuentro que sirvió para estrechar lazos, entre otras muchas cosas. Se habló sobre el beneficio que la disciplina deportiva de la escalada tiene para las personas con diversidad funcional, del método utilizado en el centro, del respaldo profesional, etcétera.

En definitiva, hoy Natalia y todos los demás tienen motivaciones añadidas a su vida diaria. Se lo pasan bien realizando esta actividad tan divertida. En su caso Natalia en un año ha mejorado sus capacidades de equilibrio, en fuerza muscular para la capacidad de sustentación y desplazamiento, destreza y habilidades manuales entre otras.

A nosotros nos hace grandes, nos motiva a seguir hacia adelante también. Sentimos que merece la pena de verdad. Trabajamos para mejorar cada día en este y tantos aspectos de la vida que compartimos con pasión… como Natalia y tantos otros nos aplicamos la misma filosofía: «No te rindas nunca»

Nos encantaría que esta historia se diera a conocer como ejemplo de superación y para mostrar a todas las  familias  las metas que pueden alcanzar las personas con diversidad funcional.

Fernando Guardiola (monitor de escalada de Natalia)

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