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OPINIÓN

Ciudadanos en el día a día de los ripenses.

A quienes seáis lectores habituales de esta columna os sonará y mucho este concepto: política útil. Es nuestra seña de identidad, forma parte del ADN de todos los que trabajamos en el proyecto Ciudadanos.

Cada uno desde su ámbito, en el caso de este grupo municipal en nuestra ciudad, trabajamos todos los días por y para los vecinos de Rivas Vaciamadrid aunque, el trabajo de la oposición, a excepción de las propuestas que se llevan a pleno que suelen tener mayor divulgación, no siempre es conocido. Existe una constante labor fiscalizadora que resulta invisible a ojos de los ciudadanos.

Aprovecho la oportunidad que nos brinda este medio para recordaros que este grupo municipal está a vuestra disposición, podéis contactar con nosotros siempre que lo deseéis. Estaremos encantados de recibir  cuantas dudas, aportaciones o sugerencias nos queráis hacer llegar.

Centrándome en temas concretos, voy a hablaros de la propuesta que llevamos este mes al pleno, «Solicitar la creación de un plan de prevención de reacciones anafilácticas».

La anafilaxia es la manifestación alérgica más grave que existe, es una reacción alérgica generalizada, de instauración rápida y que puede llegar a ser mortal. La anafilaxia es una urgencia médica y sus causas más habituales son ciertos medicamentos o alimentos y las picaduras de abejas o avispas.

A lo largo de la última década, el número de personas que sufre algún tipo de alergia alimentaria se ha multiplicado. Aunque aparecen en todas las edades y ámbitos de la población existe una mayor incidencia en los niños. Según la comisión europea  7 de cada 10 reacciones alérgicas graves ocurren al comer fuera de casa y, en el caso de los niños, un 20% de ellas sucede en centros escolares.

Los riesgos que entrañan estos procesos y la ausencia de protocolos de actuación generan una gran incertidumbre, preocupación y miedo en los padres. Dada su gravedad, es crucial reconocer los síntomas de la anafilaxia y no demorar el tratamiento con los dispositivos de adrenalina auto-inyectable, ya que puede marcar la diferencia entre una reacción controlada y una reacción grave con riesgo de muerte.

Podría parecer algo arriesgado al tratarse en cierta medida de tratamientos médicos, pero pensemos, por ejemplo, en los dispositivos DESA (Desfibriladores externos automáticos), su colocación en lugares concurridos se ha ido generalizando, evitando muertes, su efectividad es máxima en los momentos iniciales. En España se ha generalizado su implantación y  podemos encontrarlos en la mayor parte de los aeropuertos, centros comerciales y de oficinas o centros deportivos.

La utilización de los dispositivos de adrenalina auto inyectables en realidad es bastante sencilla. Los dispositivos contienen la dosis que en principio necesita un niño que está sufriendo shock anafiláctico, pero existe falta de formación en ámbitos fuera del sanitario.

Nuestra propuesta es: Desarrollar y poner en marcha un protocolo de actuación que contemple la identificación, evaluación y tratamiento urgente en caso de reacciones anafilácticas en centros educativos y  municipales.

Esperamos tenga buena acogida.

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